La Bioneuroemoción es el arte de acompañar a la persona a encontrar la emoción oculta, esencial (el resentir) asociada al síntoma que hay (la enfermedad) para descodificarla y así favorecer la curación mediante la liberación de la emoción que hay en el inconsciente y trascender dicha emoción transformándola. Enric Corbera

¿ PARA QUÉ MI BIOLOGÍA SE EXPRESA DE ESA MANERA?

Juana María Martínez Camacho

FORMACIÓN EN BIONEUROEMOCIÓN: acompañante en Bioneuroemoción.

Diplomada:

CP-1 Bases de Biodescodificación por la aeBNE (Asociación Española de Bioneuroemoción)

CP-2 PNL (Programación Neurolinguistica) e Hipnosis Ericksoniana aplicadas a la Biodescodificación (Bioneuroemoción).

CP-3 Formaciones Específicas en Biodescodificación (Bioneuroemoción)

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domingo, 1 de enero de 2023

Nuestra mente creadora (E. Corberá)

 

Nuestra mente, que nunca deja de crear a través de los pensamientos y sentimientos, se expresa en este campo cuántico y nos hace vivir una realidad, aunque no somos conscientes de que la estamos creando nosotros.

A esto se le llama vivir en un sueño. Nadie puede despertar de un sueño si cree que no está soñando. Nadie puede cambiar su vida si piensa que esta es fruto de la casualidad o de factores externos.

De alguna forma, hemos olvidado nuestro origen, nuestra fuente, de dónde procede este poder que es el que nos permite crear una realidad acorde con nuestros pensamientos, sentimientos y emociones.

Nuestro mundo es la materialización producida por muchas personas que creen que estamos separados de todo lo que nos rodea, un mundo newtoniano, materialista, un mundo fruto del azar, de las fuerzas de la naturaleza, como si esta no tuviera dirección.

Parecemos ciegos a la evidencia de que todo lo que nos rodea es un plenum de inteligencia, de cooperación, de adaptación a las condiciones externas.

Debe haber alguna conexión entre el mundo material y este mundo invisible que lo sustenta todo y que lo proporciona todo, de la misma manera que debe haber una conexión entre el cuerpo terrenal, la mente y el espíritu que los alimenta.

La mente está dividida, es dual, pero no deja de crear nuestro mundo continuamente a través de estos programas guardados en el inconsciente. Precisamente por todo ello, la información debe guardarse, y se grabará en la parte más recóndita de la mente, a la que llamamos mente inconsciente.

Esta información se guarda y se expresa en los acontecimientos diarios hasta que tomemos conciencia, algún día, de quiénes somos realmente y del poder que tenemos.

Esta toma de conciencia nos hace despertar del sueño, nos permite transformar el impacto que produce un acontecimiento, siempre que nos mantengamos lo suficientemente alerta para guiar nuestras emociones en el momento crítico.


Todos los sufrimientos y dolores de nuestros ancestros se guardan en una memoria colectiva, que podemos llamar inconsciente colectivo.

El objetivo (irracional) es mantenernos alejados de posibles problemas o evitar sufrimientos experimentados por algún antepasado. Por ejemplo, la infertilidad de ciertas mujeres se explica cuando se descubre que en sus árboles hay mujeres que vivieron la maternidad en medio de la violencia, que vivieron con parejas a las que no amaban u odiaban y transmitieron al fruto de esa relación el estigma de este desamor.

En los descendientes, esto se expresa en conductas adictivas, violentas, enfermedades o, simplemente, en dificultades para hallar pareja o para tener hijos.

Esto es vivir en un sueño: no ser consciente de por qué o para qué te ocurren las cosas, de cómo es posible que te enamores de tal persona, o que ciertas historias se repitan continuamente por mucho que intentes evitarlo de forma racional.

Estos programas gobiernan tu vida y eres como una marioneta en sus manos.

Para poner fin a esta situación, es imprescindible despertar de este sueño, superar la inmadurez emocional para ser un adulto. Ser consciente de que eres el hacedor de tu vida, que debes cambiar de conducta a través de actos conscientes, mantener la mente alerta a todo lo que te rodea, sentir en tu cuerpo los síntomas como un mensaje del inconsciente.

Así recuperarás una cierta coherencia emocional, y esta se expresará en tu vida en acontecimientos llenos de congruencia, proporcionándote un sentimiento de paz. Ya no eres víctima, ya sabes que puedes alterar ciertos acontecimientos, y, si no es posible cambiarlos, los puedes vivir de otra manera.

Así empiezas a recuperar esa libertad tan anhelada. Estás despertando, tus sueños ya son lúcidos, puedes vivir tu realidad.

El estudio del árbol genealógico es un camino para ello.

El árbol genealógico ilumina el camino que estábamos siguiendo inconscientemente y nos hace ver que no somos víctimas de unas circunstancias inamovibles o de algún extraño destino.

Al tomar conciencia, podemos cambiar nuestra percepción. El primer paso consiste en cambiar nuestros pensamientos sobre los diversos acontecimientos. Por fin puedo hacer algo por cambiar mi vida.

Tenemos libre albedrío, aunque sea muy estrecho y limitado, y esto nos permite cuestionarnos a nosotros mismos y nos conduce a pensar que quizá sí sea posible cambiar algo. Si este algo es pequeño, no importa: con el tiempo, gracias a las nuevas circunstancias que atraeremos a nuestras vidas, en nuestra navegación en este mar de conciencia, el puerto de destino estará muy lejos del puerto inicial.

La mente cuántica nos permite disponer de un pensamiento abierto a una infinidad de posibilidades, pensamiento que nos devuelve el protagonismo en nuestras vidas y se lo quita a los acontecimientos externos. 
Es un pensamiento que comprende que todo lo que nos rodea habla de nosotros, que, de alguna forma, lo hemos atraído a nuestras vidas, y que debemos interpretarlo teniendo en cuenta siempre nuestras propias proyecciones, sabiendo que estas proceden del inconsciente y que este solamente desea lograr la toma de conciencia para hacer los cambios pertinentes. 
Esta es la alternativa a seguir soñando con que no podemos influir en nada de lo que nos sucede, sino solo quejarnos y sentirnos desgraciados o afortunados.




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