La Bioneuroemoción es el arte de acompañar a la persona a encontrar la emoción oculta, esencial (el resentir) asociada al síntoma que hay (la enfermedad) para descodificarla y así favorecer la curación mediante la liberación de la emoción que hay en el inconsciente y trascender dicha emoción transformándola. Enric Corbera

¿ PARA QUÉ MI BIOLOGÍA SE EXPRESA DE ESA MANERA?

Juana María Martínez Camacho

FORMACIÓN EN BIONEUROEMOCIÓN: acompañante en Bioneuroemoción.

Diplomada:

CP-1 Bases de Biodescodificación por la aeBNE (Asociación Española de Bioneuroemoción)

CP-2 PNL (Programación Neurolinguistica) e Hipnosis Ericksoniana aplicadas a la Biodescodificación (Bioneuroemoción).

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miércoles, 20 de abril de 2016

Biodescodificación:¿ Para que mi biologia se expresa de esta manera?



Tenemos la creencia culturalmente que la enfermedad es algo “malo” a lo que hay que temer y erradicar, cuando se trata simplemente de una respuesta que el cerebro da para la supervivencia del individuo, de su clan y de la especie.


Se trata de un cambio de paradigma, de visión; comprender la enfermedad de esta manera, y saber que hay una serie de leyes que hasta hace poco eran desconocidas, nos da la posibilidad de mejorar en cualquier proceso de enfermedad e incluso sanarnos.

El comprender el funcionamiento y los fundamentos de esta visión científica, es primordial para que la persona cambie su visión acerca de la enfermedad, comprendiendo que la dolencia no es una desgracia, algo negativo, sino más bien que se trata de una solución de supervivencia que da su cerebro, y que puede eliminarse si desaparece el conflicto que la originó, se trata de hacerlo consciente y cambiarlo para que el estrés psíquico desaparezca.

Todo conflicto emocional tiene su origen en una necesidad básica que no ha sido satisfecha, ya sea de alimentación, de reproducción, de no haber podido defender el territorio, una necesidad de valorización, o necesidad de comunicación, de identidad y de pertenencia.

Estos conflictos biológicos son arcaicos, básicos y se corresponden a nuestras 4 necesidades básicas biológicas:

  •  sobrevivir (comer, respirar, eliminar, reproducirse),
  •  protegerse (tener cobijo, abrigo),
  •  desplazarse (movilizarse para satisfacer las necesidades)
  •  comunicarse (relacionarse con otros seres) .
Estas conductas han ido desarrollando los seres vivos en la antigüedad, servían para sobrevivir, y en la actualidad, se activan en las situaciones estresantes que atravesamos cuando tenemos conflictos que no podemos resolver.

Cuando pasamos por una situación que emocionalmente no pudimos resolver dentro de un plazo razonable para las leyes naturales, esta emoción queda en nuestro inconsciente; puede tratarse de una pérdida inesperada, una separación afectiva, la muerte de alguien querido, un diagnóstico terminal, un accidente, una quiebra económica, una situación ofensiva inesperada, un despido del trabajo, etc.

El no encontrarle una solución a este conflicto, hace que el cerebro tome el mando y lo resuelva ejecutando programas biológicos de supervivencia, que la propia naturaleza diseña de manera inteligente desde hace millones de años para este tipo de necesidad, esta inteligencia biológica la compartimos con los animales:
 la necesidad de alimentarse puede ser real o puede ser simbólica, de la misma manera la necesidad de contacto, de desplazarse, de explorar, de relacionarse, también puede ser real o simbólica;  entonces, si no consigo satisfacer esa necesidad (alimento, relación, cobijo, desplazamiento, etc.), la solución es el síntoma, la enfermedad, es la manera que tiene el cerebro de satisfacerla, ya sea por falta o por exceso.
 El cerebro no puede estar mucho tiempo en estrés, porque supone un gran gasto de energía; cuando no hay una solución externa a esa necesidad, entonces el cerebro dispara una solución interna.

Identificando cual es nuestro conflicto biológico, podemos resolverlo y deducir conscientemente qué necesidad tenemos que satisfacer, ya sea emocional o física.

El cerebro no distingue entre lo real y lo imaginario, por ejemplo si como un alimento y me intoxico, la solución biológica será generar más ácido de lo normal en el estómago porque entonces de esta manera, se optimiza la función de digerir, de la misma manera, si alguien me insulta, o me dice algo desagradable, la solución biológica será exactamente la misma, más ácido de lo normal para “digerir” ese “alimento indigesto”, siempre depende de cómo yo viva emocionalmente el conflicto, de la interpretación que le de a lo que me pasa y la carga emocional que se movilice.

Cada parte del cuerpo busca satisfacer su función; alimentarse, oxigenarse, eliminar, reproducirse, procesar líquidos, protegerse, comunicarse, etc.
Si por ejemplo quieres comer realmente y no puedes en un tiempo determinado se produce un bioshock. 
Si tenemos miedo de no poder alimentarnos o alimentar, y no encontramos una solución a ese miedo, se producirá el mismo bioshock. 
Ante ese shock que genera un conflicto de estrés donde no se encuentra aparentemente una solución inmediata, el cerebro dará la orden de hacer un síntoma, como solución y autocuración involuntaria del conflicto.
Con lo cual, es importante preguntarse y tomar consciencia, ante una enfermedad o síntoma:

  •  ¿Para qué mi biología se expresa con este síntoma? ¿qué mensaje me está dando mi cuerpo con este síntoma?
  • ¿Qué conflicto psicológico (que pensamientos recurrentes, como lo interpreto..) desencadenó la enfermedad?
  •  ¿Qué necesidad no fue cubierta?
  •  ¿Cómo hacer para desactivarlo, que tengo que hacer o dejar de hacer para resolverlo?
  •  ¿Qué me impide hacer la enfermedad y qué me obliga a hacer?
 Tomar conciencia de:
  •  ¿qué beneficios obtengo gracias a esta enfermedad?
  •  ¿Qué cambió en mí y en mi entorno, a partir de la enfermedad?
El programa biológico de una enfermedad determinada puede incluso provenir de un conflicto no resuelto en el árbol genealógico del individuo, especialmente cuando una persona expresa una enfermedad antes de los siete años de vida, pues los conflictos no resueltos por los ancestros, van pasando como información a través de la genética, hasta que alguien los resuelva.

Y una tercer manera de programar la enfermedad, es en el vientre materno, y lo abordamos como Proyecto Sentido.



Juana Ma. Martinez Camacho
Terapeuta Transpersonal
Especialista en Bioneuroemoción
Facilitadora Internacional de CMR (Liberación de la Memoria celular)


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domingo, 17 de abril de 2016

El inconsciente esta dividido


El ser humano es comparable a una vasta morada que posee numerosos cuartos, salas, corredores, cavas, graneros, recovecos y mazmorras. Algunos de esos lugares ya no son visitados por el propietario, quien redujo su espacio de vida a algunas piezas. Ya no pone su conciencia sino sólo en esos lugares….; los demás espacios se convirtieron en dominio del inconsciente.

Pero de esos lugares provienen voces que transmiten órdenes, mensajes, exhortos. En ocasiones, surgen conflictos, órdenes contradictorias, por ejemplo, entre la cocina y la cava. La cocina es un lugar donde colocó su conciencia; tiene deseos de comer, no sólo para sobrevivir de manera elemental, sino para obtener placer, pero de la cava le llega un mensaje según el cual no hay que comer, sin dar ninguna razón. O, por razones olvidadas, quizá para defenderse de una madre tóxica. Del granero llega otro mensaje, como el que hay que comer para complacer a mamá…Existe un conflicto entre estos mensajes contradictorios, lo cual implica un comportamiento que provoca sufrimiento, una doble obligación.

Cada uno de nosotros siente la necesidad de vincularse; requiere, para funcionar y estar en equilibrio general, que las informaciones circulen en el interior de la morada ¡con todas las ventanas abiertas!.

Hay pacientes que han vivido una experiencia muy fuerte, un trauma, acompañado por miedo a morir cuando tenían uno o dos años de edad, en su nacimiento o incluso en la vida intrauterina….estas personas tienen cuarenta o cincuenta años de edad en la actualidad. Saben cómo es lógico  que no van a morir en el nacimiento o en un bombardeo, sin embargo, una parte de ellos, no lo sabe. El psiquismo está dividido por mecanismos como el rechazo o la disociación.

Una experiencia muy fuerte, que produce un trauma, desborda las capacidades de contención y de integración del psiquismo, el cual no puede integrarla en la estructura de la personalidad sin poner en riesgo de una amenaza de desestructuración.  Esta experiencia forma en el interior de la psique, un cuerpo extraño. Se encierra en una habitación aparte, la  cual no se relaciona con el resto del grupo interno. Es un mecanismo de disociación que se moviliza para permitir la supervivencia del sujeto.

Pero en ciertas ocasiones, en ciertas situaciones, ese cuerpo extraño va a ser reactivado y toma la parte central de la escena psíquica y propicia el surgimiento de descargas emocionales, de comportamientos bizarros en los cuales el sujeto no se reconoce a si mismo y, sobre todo, a las enfermedades.
Es uno de los efectos del trauma y del mecanismo de disociación. Y es toda la experiencia con sus componentes de recuerdos emocionales, afectivos, temporales, espaciales, cognitivos, etc., la que forma una especie de guión que está enquistado en la psique y desintegrado del resto de la personalidad.

Esta parte de la psique, puede tomar decisiones, hacer elecciones profesionales o sentimentales, del comportamiento o somáticas (enfermedades)… decisiones que no toman en cuenta al resto de la estructura ni al mundo exterior, y que pueden incluso estar en conflicto o en oposición con los demás componentes de la personalidad.
                                                                                       C. Fleche



Para integrar, te acompaño en el proceso..

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 Juana Ma. Martínez Camacho
   Terapeuta Transpersonal
   (Escuela Española de Desarrollo Transpersonal)
 Especialista en Bioneuroemoción
  (Instituto Español de Bioneuroemoción)
 Facilitadora Internacional CMR (Liberación de la Memoria Celular)
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