La Bioneuroemoción es el arte de acompañar a la persona a encontrar la emoción oculta, esencial (el resentir) asociada al síntoma que hay (la enfermedad) para descodificarla y así favorecer la curación mediante la liberación de la emoción que hay en el inconsciente y trascender dicha emoción transformándola. Enric Corbera

¿ PARA QUÉ MI BIOLOGÍA SE EXPRESA DE ESA MANERA?

Juana María Martínez Camacho

FORMACIÓN EN BIONEUROEMOCIÓN: acompañante en Bioneuroemoción.

Diplomada:

CP-1 Bases de Biodescodificación por la aeBNE (Asociación Española de Bioneuroemoción)

CP-2 PNL (Programación Neurolinguistica) e Hipnosis Ericksoniana aplicadas a la Biodescodificación (Bioneuroemoción).

CP-3 Formaciones Específicas en Biodescodificación (Bioneuroemoción)

tel. 653-936-074

www.centroelim.org

Av. Sudamérica 7 (junto a Plaza Los Libertadores)

Roquetas de Mar- Almería- España

CONSULTAS PRESENCIALES Y POR SKYPE


miércoles, 25 de septiembre de 2013

Percepción multisensorial.


Dr. Nse. Carlos Logatt Grabner

  La noción de que los sentidos trabajan cooperando entre ellos y dependiendo de los otros parece ir en contra con algunos aspectos de las experiencias que tenemos a diario. Por lo general, tendemos a clasificar los sentidos en tipos diferentes, pues tenemos la idea preconcebida de que cada uno de ellos percibe un aspecto distinto de la realidad, ya sea esta se trate de la exterior como la interior.
  Pero lo cierto es que cuando la información que captan los sentidos llega al cerebro, una separación tan tajante de los mismos ya no puede ser avalada. En realidad, el cerebro no manda a un recipiente neuronal individual y diferenciado a ninguno de los estímulos captados por cada uno de los diferentes sentidos. Por el contrario, lo que hace es extraer el significado del mundo de todas las formas posibles, por lo que combina a las disimiles maneras que existen de percibir la realidad.

  En la actualidad, los neurocientíficos piensan que la U.C.C.M (Unidad – Cuerpo – Cerebro – Mente) ha evolucionado hacia una estrecha intercomunicación entre los diferentes sentidos tan intrincada como le fue posible. En palabras más sencillas, las diferentes regiones sensoriales corticales se encuentran físicamente entretejidas entre ellas.
  Cada sentido parece, de alguna manera, estar atento a lo que está aconteciendo en los demás. Así, por ejemplo, la corteza visual es capaz de interpretar información procedente de otros sentidos, y logra realizar tal hazaña en un corto periodo de tiempo. Esta es la razón por la cual si a un individuo se le vendan los ojos por un intervalo de de tan sólo una hora y media, adquirirá una sensibilidad extra al tacto a través de la mediación de la corteza visual.
  De forma análoga, se ha demostrado mediante escáneres cerebrales que la corteza visual de los ciegos se reconfigura de tal manera que le permite contribuir a aumentar la sensibilidad auditiva.

  Este nuevo paradigma está de acuerdo con pruebas sobre plasticidad neuronal, ya que demuestran que es posible cambiar la función primaria de una región sensorial si se produce en esta una privación de los estímulos, aunque la misma sea de muy corta duración.
  También a la hora de saborear una papa frita, el crujido que esta emita en la boca, en el momento de ser masticada, incidirá en parte en el juicio de sabor que realizamos sobre la misma.
  Por otro lado, lo que estamos observando influye sobre nuestra postura corporal que adoptaremos. Estos datos demuestran fehacientemente que ningún sentido opera de forma aislada de los demás.

  En una investigación, liderada por Gemma Calver, se escanearon las regiones cerebrales que se activaban al leer los labios y comprobaron que en esta actividad estaba implicada la corteza auditiva. Estos trabajos fueron de los primeros en demostrar la capacidad multisensorial de un área de la corteza cerebral que se creía dedicada de forma exclusiva a la percepción de un solo sentido.
  Este hallazgo parece confirmar que el cerebro es capaz de captar por igual el habla, ya sea si se la percibe con el oído, los ojos o el tacto. Esto, por supuesto, no significa que la calidad de la información recibida sea la misma, pues es evidente que el sistema auditivo captará más detalles que los otros sentidos, pero sí confirma que el cerebro se esfuerza por combinar los diferentes tipos de información hablada que está recibiendo. Estas investigaciones sobre percepción multisensorial del habla han servido de inspiración para realizar estudios sobre otros tipos de interacciones sensoriales. Es muy conocido por todos que el aroma de un alimento es un importante componente del gusto (basta con recordar lo que sucede cuando estamos resfriados), pero ahora también se reconoce que la apariencia visual y los sonidos pueden alterar como percibimos un sabor. En un experimento muy interesante se descubrió que una bebida con sabor a naranja era percibida por quienes la probaron con gusto a frutilla si la misma era coloreada de rojo ―lo mismo ocurriría si se invirtiera la ecuación―.
  Todos estos datos no hacen más que indicar que todas regiones sensoriales del cerebro son en realidad polivalentes, aunque más sensibles a un tipo especial de estímulo sensorial.

Bibliografía:
- Lawrence Rosenblum, University of California - Department of Psychology. Speech perception as a multimodal phenomenon. Lawrence resenblum en current Directions in Psychologicasl Science, vol 17, número 6, páginas 405-409. Diciembre 2008.
- The new handbook of multisensory processing.Dirigido por barry stein. Stein , MIT press 2012.

Dr. Nse. Carlos Logatt Grabner LinkedIn: 
REVISTA N 73 ASOCIACIÓN EDUCAR



sábado, 7 de septiembre de 2013

Entrevista a Bruce Lipton (por Montse Cano)




 Reclama una nueva medicina, la que tenga en cuenta la capacidad de curar de la energía, mucho más eficaz que los medicamentos. Bruce Lipton (Estados Unidos, 1944) ha conseguido aunar ciencia y espíritu. No es poco mérito el suyo si tenemos en cuenta lo "alérgicos" que son los científicos a los temas trascendentales. Es doctor en Biología Celular y fue pionero en la investigación con células madre. Sus estudios sobre la membrana celular y las modificaciones de las células según el entorno sentaron las bases de la nueva epigenética. Sus descubrimientos (que iban en contra de la opinión científica establecida de que la vida es controlada por los genes) y el estudio de la física cuántica le han llavado a criticar duramente la medicina convencional. Es autor de libros como La biología de la creencia y La biología de la transformación.

Usted asegura que la medicina convencional va por muy mal camino. ¿Tan peligrosos son los medicamentos que nos recetan?

  Nos dan medicamentos para la enfermedad, pero esto causa muchos problemas en el cuerpo. Porque esta medicina basada en la farmacología no entiende cómo está interrelacionada toda la bioquímica del organismo. Cuando tomo una pastilla química y la introduzco en mi cuerpo, no solo afecta a aquel lugar donde tengo el problema, sino que afecta a muchas otras cosas a la vez. Son los llamados “efectos secundarios”. Pero, en realidad, no son secundarios sino directos. No entienden que el efecto de las drogas no solo crea un efecto sino múltiples. Según las estadísticas en EEUU, ¡los fármacos matan allí a más de 300.000 personas cada año! Y esas personas son muchas más que las que mueren por tomar drogas ilegales. Hay algo que no funciona en la ciencia médica. Hace algunas cosas bien, como la traumatología, pero está matando a mucha más gente de la que ayuda. Tiene que aprender cómo funcionan las células.

¿Y qué ha descubierto sobre las células pero que no tiene en cuenta la medicina? 

  Yo ya trabajaba con ellas en los años 60. Fui un pionero porque en esa época había muy poca gente trabajando en ello. Y un experimento que hice en esa época cambió la idea que tenía del mundo. Puse una célula madre en un plato petri y, como cada diez horas se divide en dos, al cabo de dos semanas, tenía miles de células, todas idénticas. Luego cogí algunas de ellas, las coloqué en otro plato y cambié el entorno celular (son más como peces porque viven en un entorno fluido). Cambié la química en ese plato y ahí formaron músculo. Después, cogí otras del primer plato y las puse en un entorno diferente, y se formó hueso, y otras se convirtieron en grasa al volver a cambiar el entorno. Entonces, la pregunta es muy sencilla, ¿qué controla el destino de las células? Todas eran idénticas, lo único que era diferente era el entorno. Cuando cojo células sanas y las coloco en un entorno nocivo, la células enferman y mueren. Si un médico las mirara, diría: “¿Qué medicina hay que darles?” ¡Pero no hace falta ninguna medicina! Les cambias el entorno nocivo, las colocas en uno sano y saludable y las células sanan. Los humanos somos una comunidad de 50 trillones de células, por tanto, la célula es el ser viviente y la persona es una comunidad. ¡El humano es un plato petri cubierto de piel!

¿Cuál es el entorno de la célula que hay que cuidar?

  Dentro de mí hay 50 trillones de células y el entorno celular para nosotros es la sangre, por ello la composición de la sangre cambia el destino de la célula. ¿Y qué controla la sangre? Pues el sistema nervioso, que crea una química diferente según el sistema exterior. La célula y el ser humano son la misma cosa. Por ello, si pongo al ser humano en un entorno nocivo, igual que la célula, también enferma. Si lo trasladas a un entorno sano, entonces sana. Por tanto, la medicina culpa a las células por la enfermedad y trata de cambiar la química de las células, pero ese no es el problema, el problema es el entorno. Y si cambias a la persona de entorno, sin medicamentos, el cerebro cambia la química. El cerebro de la célula y el de la persona leen y entienden el entorno.

En un entorno sano, ¿nos curamos automáticamente? ¿Así de fácil?

  No es tan fácil, porque la mente interpreta. Puede suceder que estemos en un entorno muy sano y que la mente lo lea como un entorno negativo o perjudicial. Entonces crea una química que hará a mi cuerpo enfermar. La diferencia entre la célula y el ser humano es que este tiene una mente que hace una interpretación y la célula lee el entorno directamente. Si metes un programa con errores en la mente, entonces la química que genera no está en armonía con la vida. Y esto nos sirve para entender cómo funciona un placebo. Cambio mi creencia y pienso que esto me va a sanar, tomo una píldora porque creo que esto me va a traer salud, y me mejora y me sana, pero la píldora podría ser de azúcar, en realidad no ha hecho nada, han sido mis creencias. Y a eso lo llamamos pensamientos positivos y efecto placebo.

"Los pensamientos curan más que los medicamentos"
¿Está diciendo que el efecto placebo –creer que algo nos sanará– es más curativo que un medicamento? Pero no hay casi investigaciones sobre eso.

  Sí, tienes razón. ¿Eres consciente de que hay más de una manera de hacer energía sin tener que depender del petróleo? Pero seguimos dependiendo del petróleo porque no interesa el cambio a los que controlan la energía. Lo mismo pasa con las empresas farmacéuticas. Venden fármacos y ¿poder sanar sin fármacos es bueno o malo para la industria farmacéutica? No quieren que sanes sin comprar sus fármacos. ¿Se puede poner energía en una cápsula? Si fuera así, las farmacéuticas intentarían vendértela. Si puedo sanar sin usar medicamentos, la industria que los produce no gana dinero. Deberíamos poder decir que la ciencia está separada de la industria farmacéutica, pero no es así, porque con el dinero de esta se paga el desarrollo de la ciencia, y ese dinero solo va esos estudios que dicen que las drogas funcionan. El dinero controla la ciencia.

Explíquenos cómo funciona ese poder que dice que tiene la mente para la autocuración.

  He hablado de que la mente controla: si piensa de una manera, se va en una dirección y, si piensa de otra, se va en otra. Por ejemplo, cierro los ojos, los abro y veo a alguien a quien amo. Entonces mi cerebro segrega dopamina, oxitocina, etc. Lo puedo sentir en mi cuerpo, puedo sentir el amor, y esa química trae salud a las células. Por eso, quien se enamora se siente tan bien. Pero si abro los ojos y veo algo que me asusta, segrego hormonas del estrés. Y estas hacen dos cosas. La primera es que frenan el crecimiento del cuerpo. Porque si me está persiguiendo un león, necesito toda la energía para poder escaparme, y mi organismo apaga todo lo que no sea imprescindible para correr más rápido, así que se paraliza todo lo que tiene que ver con el crecimiento. La gente no lo sabe, pero tienes que crecer todos los días, porque, si no, te mueres. Cada día cientos de billones de células mueren y tienes que ir produciendo nuevas. Cada tres días, el sistema digestivo renueva sus células, pero si se interfiere con ese crecimiento, entonces no puedo estar sano porque estoy perdiendo demasiadas células al día, por eso la quimioterapia hace que se caiga el pelo y crea problemas de digestión, porque mata todas las células, no solo las del cáncer. La segunda consecuencia de las hormonas del estrés es que se cierra todo aquello que usa energía, y el sistema inmunitario usa muchísima energía: cuando estás enfermo, te sientes muy cansado porque tu energía la está usando el sistema inmunitario.

Si pones al ser humano en un entorno nocivo, igual que la célula, enferma. Si lo trasladas a un entorno sano, entonces sana
Eso significa que el estrés nos hace enfermar, ¿no?

  Las hormonas del estrés apagan el sistema inmunitario, incluso la medicina usa este efecto en algunas ocasiones. Por ejemplo, si me trasplantaran un corazón, mi sistema inmunitario lo rechazaría. En esos casos, los médicos dan hormonas del estrés y eso impide que funcione el sistema inmunitario. Es tan claro que suprime el sistema inmunitario que lo usamos como un medicamento. Cuando la persona está bajo estrés, afecta de dos maneras: la primera es que deja de haber crecimiento y la segunda es que se apaga el sistema inmunitario. De esta forma, virus nocivos pueden atacarme fácilmente. Cuando estás bajo mucho estrés, te enfermas. Y debo decir que, si tomamos una muestra de sangre de cada persona, descubrimos que todos tenemos células cancerígenas. Las tenemos siempre, pero si está funcionando el sistema inmunitario, no pueden crecer. Una vez que se apaga el sistema  inmunitario, proliferan. Es como el catarro: no tienes que coger el virus, ya lo tienes dentro. Son organismos oportunistas. El 90 por ciento de la gente que va al médico es debido al estrés, y también el cáncer funciona igual.

Explíquenos qué es la medicina cuántica o medicina de la energía.

  Como decía, la primera razón por la que la medicina de hoy es cuestionable es porque los médicos no saben cómo funcionan las células. La segunda es que la medicina está basada en la física de Newton. No reconoce la energía, esa parte invisible, las señales electromagnéticas. Pero, a principios del siglo XX, apareció la física cuántica, que dice que todo es energía, lo que podemos ver y también lo invisible. Si miras dentro del átomo, hay electrones, protones, neutrones. ¿Y qué hay dentro? Energía. La ciencia más reciente indica que el cuerpo responde a la física cuántica, no a la newtoniana. La medicina dice que quiere cambiar la química del organismo con drogas y la nueva medicina dice que hay que cambiar la energía. Y esta nueva medicina, la cuántica, es mucho más poderosa, porque responde primero el campo energético que el físico.

Si todo es energía, ¿los pensamientos también? ¿Cómo influyen en nuestra salud?

  La mente es energía. Cuando piensas, transmites energía, y los pensamientos son más poderosos que la química. Así que esto es peor para las empresas farmacéuticas porque no lo pueden vender. Por tanto, no les interesa una conexión entre la mente y el cuerpo. Pero es cierto que las propias creencias se convierten en un campo energético, una transmisión, y esta se transforma en una señal que es capaz de cambiar el organismo. Y así es como funcionaba la sanación antes del desarrollo de la medicina. La gente sanaba con los chamanes, con las manos... pero eso no puede vender y por eso la medicina no quiere ir por ese camino. Y es la razón por la que yo cambié mi carrera. Estaba enseñando en la universidad que hay que seguir con drogas y sabía que eso no era verdad. La medicina lo conoce, pero no habla de ello. Sabe que el pensamiento positivo, el placebo, puede sanar, y también que el pensamiento negativo puede matar. Uno se llama placebo y el otro nocebo. En realidad, no es que sea positivo o negativo, es la manera de pensar. Si el médico te dice que tienes cáncer, aunque no tengas cáncer, si lo crees, crearás la química que generará cáncer. Por tanto, el problema no es tanto el entorno real sino el que tú interpretas.

Y eso enlaza con la física cuántica.

  Totalmente. Por eso no funciona la medicina, porque no reconoce la ciencia cuántica. No mira hacia ahí porque el dinero está en otro lado.

Usted ha explicado que, en la mente, quien realmente tiene el poder es el subconsciente, ¿por eso es tan difícil cambiar hábitos de pensamiento?

  Es millones de veces más poderoso y más importante que la mente consciente. Utilizamos el subconsciente el 95 por ciento del tiempo.

Pero no lo podemos controlar.

  Lo puedes reprogramar. La información del subconsciente se recibe en los primeros seis años de vida. Eso que aprendiste en esos años se convierte en el conocimiento fundamental de tu vida. Por tanto, hay muchos estudios que demuestran que las enfermedades que tenemos de adultos, como el cáncer, tienen que ver con la programación y el entorno que vivimos en los primeros seis años de vida.
Los comportamientos que vienen del subconsciente no los percibes y pueden estar haciéndote daño.

Es decir, los niños absorben también sus enfermedades o sus actitudes negativas, y así se 'programa' su subconsciente. ¡Qué gran responsabilidad para los padres!

  La gente, cuando oye esto, se preocupa, se culpa. Pero no eres culpable si tú no sabes que el subconsciente funciona así. No lo sabían nuestros padres, ni nuestros abuelos ni bisabuelos. Ahora bien, cuando lo entiendes, tienes que cambiar tu manera de vivir, porque entonces sí eres responsable. Está demostrado que si un niño adoptado vive en su familia casos de cáncer, en su madurez puede padecer cáncer aunque su genética sea diferente. Sería algo así como conducir un coche: si te enseñaron a conducir mal y has automatizado esa forma de conducir, pues lo más probable es que tengas accidentes. Si te enseñaron a maltratar tu cuerpo con mala información, destruirás el vehículo de tu cuerpo, cuyo conductor es la mente. El futuro es una mejor educación para los niños, incluso en la etapa prenatal.

¿Podemos reprogramar el subconsciente para estar más sanos o ser más felices con nuestra vida?

  Los comportamientos que vienen del subconsciente no los percibes y pueden estar haciéndote daño. Quizás te sientes enfermo y echas la culpa a otra cosa. Al cambiar estos programas erróneos en el subconsciente, puedes recrear toda tu vida. Hay varias maneras de hacerlo. Se piensa que, cuando la mente consciente registra algo, la subconsciente también filtra esa información, pero no es así. La mente consciente es creativa y la subconsciente trata de todos los hábitos. Si le enseñas al subconsciente algo diferente, se lo enseñas también a la consciente, pero no al revés. Por ello, la manera de reprogramar es repetir y repetir hasta que se crea un hábito. Si leo un libro de autoayuda, mi mente consciente dice: “Sé todo lo que hay en el libro y lo aplico”, pero la subconsciente no se entera de nada. Entonces, piensas: “¿Porqué sé tanto y todavía mi cuerpo no funciona?”. Los pensamientos positivos, el conocimiento... solo funcionan el 5% del tiempo, pero el 95% son los hábitos que tengo desde mi niñez. Y esa es la razón por la que los pensamientos positivos no son suficientes. Ayudan, pero no ves muchos resultados. Todo sigue igual hasta que no cambias el subconsciente. Técnicas de psicología basadas en la energía como la hipnosis o el Psych-K son una manera de cambiar el subconsciente, es como un aprendizaje rápido.

Con su investigación, ha aunado ciencia y creencia, un binomio que evita la mayoría de los científicos. ¿Usted cree en la eternidad?

  Absolutamente, sí. No hay dos personas iguales, y lo digo desde el punto vista biológico. Si cojo mis células y las traslado a tu cuerpo, no soy yo, el sistema inmunitario las rechaza. En las células hay como una especie de antenas en miniatura. Son receptores y algunos son autoreceptores. Tú tienes diferentes autoreceptores a los míos. Pero los receptores reciben las señales del entorno. Si corto esos receptores, la célula no tiene ninguna identidad, porque no le viene de dentro sino de fuera. Para explicarlo de forma gráfica, diría que el cuerpo es como un televisor: mis antenas captan y reproducen el programa televisivo de Bruce. Esos receptores recogen esa transmisión. Si estoy viendo la tele y se estropea el tubo de la imagen, ha muerto el televisor, pero sigue la transmisión. Así que cojo otra, la enciendo, conecto el canal y vuelvo a ver el programa de Bruce, pero en otra tele, o lo que es lo mismo, en otro ser. Si ese ser tiene los mismos receptores que tienes tú, volverás a estar trasmitiendo lo mismo, pero en otro cuerpo. Esto explica la reencarnación y quiere decir que el cuerpo puede ir y venir, pero la transmisión siempre está ahí.

¿Eso le hizo creer que tenemos espíritu?


  Nunca había creído en el espíritu, pero cuando comprobé esto en la célula, me cambió la vida entera. La pregunta que me planteé es: ¿por qué esa duplicidad?, ¿por qué tener un espíritu y un cuerpo? Y la respuesta vino de mis células: si solo existiera el espíritu, ¿a qué sabe el chocolate?  Solo con la parte espiritual, ¿cómo vivir una puesta de sol? ¿Qué se siente cuando se está enamorado? Todas esas sensaciones vienen de las células del cuerpo, que puede oler, sentir, tener experiencias. Recoge todo eso, lo transmite al cerebro. Se convierte en vibraciones y lo transmite a la fuente del ser. Si se muere mi cuerpo, mi fuente de ser y mi espíritu tienen la memoria hasta que tenga otro cuerpo. La lección más importante es que estar vivo es un regalo, una alegría por todo lo que podemos sentir. Cuando hagamos eso, todo el mundo estará sano.



jueves, 5 de septiembre de 2013

Una visión diferente de la enfermedad




  Enric Corbera dice “enfermar es posible gracias a ciertos principios biológicos”. El síntoma es la reacción de adaptación a un acontecimiento no finalizado que se fija en el tiempo.
 Podrá reproducirse lejos del trauma de partida por simple estimulación interna (pensamiento) o externa (ancla). El trauma va seguido de una amnesia post- traumática.
  El síntoma se mantiene a lo largo del tiempo gracias a la creencia limitante causante o consecuencia del choque.
En otras palabras, el problema no es la enfermedad sino aquello que la ha creado: ese acontecimiento tan chocante que hemos reprimido.

“La enfermedad del cuerpo es la traducción, por el cerebro, de un programa biológico de supervivencia vivido por la psique.”

“No es yendo hacia nuestra luz que seremos luminosos sino aceptando de sumergirnos en nuestra oscuridad”.

  Eduard Bach dijo “La enfermedad es un conflicto entre el espíritu y el alma. La curación final y total viene del interior”.

  Carl Gustav Yung decía: “Son las enfermedades las que curarán al hombre”.

  Dentro de nosotros está el médico interno. Dentro de nuestro cuerpo físico, psíquico, emocional, mental existe una gran sabiduría, en él está el origen, el significado, el mantenimiento, la curación, la prevención de todas las enfermedades, todas las preguntas y respuestas se encuentran en su interior.
Toda enfermedad comienza por un accidente, un evento preciso en el espacio y en el tiempo.

  La enfermedad es una solución perfecta del cerebro como respuesta a un conflicto biológico preciso y que pone en cuestión nuestra SUPERVIVENCIA.

  Nuestro increíble ritmo de vida nos hace olvidar que estamos programados en términos de supervivencia. Conocer las leyes de la "Nueva Medicina" del doctor R. - G. Hamer, es aprender a descodificar nuestros programas y aquellos transmitidos por nuestros ancestros.
Nuestra herencia genética condiciona nuestras reacciones de supervivencia, nuestra bio-lógica.

  “La naturaleza tiene unos programas biológicos de adaptación al medio y al estrés que éste genera al individuo”. Estos programas se activan en el cerebro, en zonas llamadas relés. Hay un mapa cerebral de todas las partes de que se compone el cerebro, relacionadas con las capas embrionarias, ectodermo, mesodermo y endodermo.
  Las descodificaciones se llevan a cabo a través del inconsciente, pues es sabido que este es atemporal y sobre todo una de sus características más importante es la no distinción entre real y virtual. Las emociones son la clave y buscamos la emoción básica que dispara estos relés y nos provoca la enfermedad.

  La descodificación biológica se apoya en la experiencia de numerosos investigadores y practicantes como por ejemplo: Marc Frèchet, Groddeck, Hamer que han podido experimentar como la enfermedad no existe como tal, sino que se trata de programas biológicos cargados de sentido.
  La enfermedad tiene pues un sentido, es un programa biológico de supervivencia para suprimir el estrés fruto de los conflictos que afectan a todo ser vivo.

  La descodificación biológica es aprender a encontrar el conflicto (biochoque) y tratarlo, es aprender a descodificar numerosas enfermedades físicas.

Resumen sobre la Nueva Medicina del Dr. Hamer

La Nueva Medicina
  El tema de la influencia de nuestras emociones y nuestras creencias sobre la vida en la aparición de enfermedades es algo de lo que siempre se ha hablado y que está en la sabiduría popular. Como dice mi madre "los disgustos no matan pero preparan". La "medicina alternativa" se caracteriza por asumir esto e incluso en la medicina oficial existe desde no hace mucho la impronunciable rama de la psiconeuroinmunología, pero ni una ni otra habían conseguido definir esa relación cuerpo-mente con la suficiente precisión... hasta la aparición en escena del Dr. Hamer.

  Ryke Geerd Hamer es doctor en Medicina y en Física además de contar con varias especialidades médicas entre las que destacan Pediatría, Psiquiatría, Medicina Interna y Radiología. Ha sido jefe del servicio de Medicina Interna del Hospital Universitario Oncológico de Munich y estaba considerado en Alemania una eminencia científica... hasta el momento en que presentó las conclusiones de sus investigaciones. Estas habían empezado en 1978 tras sufrir él mismo un cáncer de testículos tras la muerte accidental de uno de sus hijos.
  Los puntos más relevantes se resumen en las siguientes "5 leyes naturales de la Nueva Medicina", consideradas leyes porque se cumplen en todos y cada uno de los casos:

1.           Ley de hierro.
   Todo cáncer se inicia con un choque conflictual psicológico grave (desde el punto de vista subjetivo de quien lo sufre), que te pilla por sorpresa y que vives en soledad. Dicho de otra manera, si no sufres un conflicto de este estilo NO PUEDES TENER CANCER. Hay que decir también que no todos los conflictos psicológicos generan un trauma evidentemente, pero normalmente sí se manifiesta físicamente en forma de problemas más leves. Esta primera ley especifica además otros puntos importantes:
  En el momento que se produce el conflicto psicológico se produce una modificación en el campo electrofisiológico de un área cerebral concreta, llamado foco de Hamer, observable a través de un escáner cerebral (TAC). Existe una relación definida entre el tipo de conflicto psicológico sufrido y el área cerebral afectada, y entre esta y el órgano concreto donde se manifiesta el cáncer. Estas relaciones están detalladas más adelante en el texto.

 Evolución bifásica del conflicto. A partir del shock, existe una correlación entre la evolución del conflicto psicológico, la evolución del foco de Hamer y la de la enfermedad orgánica que básicamente consiste en dos fases:

  1º fase: Toda aparición de un conflicto como el mencionado es seguido por una etapa de estrés (fase activa del conflicto). En esta fase la persona muestra nerviosismo, manos frías, dificultad para dormir, tensión muscular, falta de descanso, de relajación, respiración superficial, etc. En este sentido practicar técnicas de relajación, ejercicio suave o estiramientos puede atenuar el impacto del conflicto psicológico.

  2º fase: En el momento en que se soluciona el conflicto psicológico se entra en la segunda fase (fase resolutiva o curativa del conflicto) en la que el predominio es de relajación/cansancio. Es decir EN EL MOMENTO QUE SE RESUELVE EL CONFLICTO PSICOLOGICO LA ENFERMEDAD INICIA SU PROCESO DE AUTOCURACION.
  Si el cuerpo tiene un entorno adecuado, libre de tóxicos y la suficiente energía el proceso de curación se produce solo. Cabe resaltar que muchas veces es en la 2º fase cuando se produce el diagnostico médico de identificación de enfermedad dañina, como es el caso de la leucemia o el infarto de miocardio, que si bien puede ocasionar complicaciones importantes que hay que tratar, hay que entenderlas como procesos de curación.

2. Ley de sistema ontogenético de las enfermedades.
  La manifestación de la enfermedad depende del origen embriológico del tejido afectado:
 Cuando el impacto se realiza sobre un tejido desarrollado a partir del endodermo o mesodermo embrionarios, durante la fase activa del conflicto se generan proliferación celular o tumoraciones en los órganos correspondientes mientras que en la fase de resolución del conflicto se produce detención del crecimiento, enquistación, reducción bacteriana, etc.

 Cuando el impacto se realiza sobre tejido desarrollado a partir del ectodermo, durante la fase activa durante la fase activa se generan necrosis o ulceraciones en los órganos correspondientes, mientras en la fase resolutiva hay edematización, hinchazón, crecimiento abundante, cicatrización

2.           Ley del sistema de ontogénesis de los microbios y bacterias.
 Los microbios, bacterias y virus colaboran con el organismo durante la fase de curación. Es decir, una gripe, por ejemplo es una manifestación de la resolución del conflicto psicológico:
 - Si el conflicto ha afectado a zonas del endodermo o del mesodermo, durante la fase de resolución aparecerán hongos, bacterias y virus que ayudarán a eliminar la proliferación celular o la tumoración que se produjo durante la fase activa.
 - Si el conflicto afectó al ectodermo, durante la fase de resolución aparecerán microorganismos y virus que ayudarán a restaurar las necrosis o ulceraciones producidas en la fase activa del conflicto.

3.           Ley de la Quintaesencia o comprensión del sentido de la enfermedad.
  La enfermedad es un programa biológico destinado a decirle al individuo que está viviendo una situación que no le conviene, que no ha asimilado. Las enfermedades no ocurren por casualidad, ni por caprichos del "destino".
  Si observamos lo que la enfermedad nos permite hacer, nos obliga a hacer o nos impide hacer podemos encontrar pistas del conflicto psicológico asociado.
Y lo más importante, que estos principios no se aplican sólo al cáncer, sino a TODAS LAS ENFERMEDADES, exceptuando aquellas derivadas directamente de trauma físico, envenenamiento, radiación, etc. Y aún en esas habría que no estaría de más ver los factores psicológicos que han propiciado el llegar a ponernos en una situación de peligro.

  Este modo de ver la enfermedad implica una concepción radicalmente nueva de la misma, en el ámbito académico, motivo por el que este planteamiento es ya conocido con el nombre de la Nueva Medicina.
  En una entrevista que le hacen al Dr. Salomon Sellam, formador de esta disciplina, comenta que en los fundamentos de esta nueva medicina y los descubrimientos del Dr. Hamer sobre el cáncer, se descubren las leyes biológicas, origen de la enfermedad y cómo un conflicto psicológico afecta la biología dando lugar a la enfermedad.
 Al utilizar ejemplos tomados del mundo animal y humano, destaca la importancia de la “toma de Conciencia” tanto de lo “sentido” como de nuestros mecanismos inconscientes de funcionamiento.
  Hace hincapié particular en el funcionamiento de las memorias familiares que circulan en la genealogía de cada uno de nosotros y como estas pueden influir en nuestras vidas personales y en la de nuestros descendientes.
   Estos conocimientos favorecen el despertar profundo del ser y de los otros.

  Este nueva medicina permite acceder a claves justas y eficaces para que las personas puedan darle un significado a aquello que viven en lo cotidiano, a su historia familiar, a la comprensión de los eventos que viven a lo largo de su vida, aprender lo esencial a fin de descodificar los propios eventos y comprender mejor las reacciones.



  A principios de los años 80 nace en Francia la Psicogenealogia, considerada ésta como un instrumento terapéutico que permite, a través del análisis de nuestra historia familiar, comprender mejor las raíces para darle nuevamente un sentido a la vida.
  Se interesa en tres conceptos fundamentales: el origen, la transmisión y la identidad. Es una herramienta fabulosa para encontrar las causas del malestar o bienestar. Porque en realidad, nuestra vida es como una novela y somos menos libres de lo que pensamos. Entonces, es por la toma de conciencia que actualizamos los efectos de esta genealogía, la cual nos influye a través del redescubrimiento de la historia familiar y nuestra propia historia.

  Carl Jung ya describía el inconsciente colectivo. De igual forma encontramos la memoria del inconsciente familiar. Al nacer, y aún desde el vientre de la madre, el infante recibe mensajes, a nivel de las expectativas de la familia (positivas o negativas). De esta forma, el infante se establece en el “proyecto/sentido” de sus padres. Porque no sólo hay deseos y tradiciones familiares que se transmiten, también hay lealtades familiares, todas esas “lagunas dejadas en nosotros por los secretos de otros” que pueden atormentar a varias generaciones.
 En todas las familias hay historias no muy claras, escondidas…. Y ellas influyen nuestra existencia de un inconsciente familiar que se liga a un inconsciente individual y a un inconsciente colectivo.

 Para realizar este trabajo es necesario hacer una investigación genealógica sobre nuestra historia familiar, incluyendo informaciones como: apellidos, nombres, fechas de nacimiento, matrimonio, muertes, abortos, todos los eventos importantes hasta la cuarta generación de los bisabuelos, y que nos permitirán comprender las fallas familiares.

  A través del árbol genealógico podemos obtener respuestas a nuestras preguntas.   Es un análisis de nuestra historia familiar a través del cual podremos comprender las programaciones, trampas, que fueron deslizándose desde nuestra infancia, y que hacen que frecuentemente, reproduzcamos de forma inconsciente los síntomas, las enfermedades, accidentes, problemas, expectativas, profesiones, etc., de nuestros ancestros. A través de este análisis podemos comprender el escenario en el que nos movemos, podemos colocar a cada actor en su sitio, y a partir de aquí liberarnos de la dinámica heredada de nuestros ancestros y hacer realmente nuestra vida, aquella que nos pertenece. (Pilar Galve)


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