La Bioneuroemoción es el arte de acompañar a la persona a encontrar la emoción oculta, esencial (el resentir) asociada al síntoma que hay (la enfermedad) para descodificarla y así favorecer la curación mediante la liberación de la emoción que hay en el inconsciente y trascender dicha emoción transformándola. Enric Corbera

¿ PARA QUÉ MI BIOLOGÍA SE EXPRESA DE ESA MANERA?

Juana María Martínez Camacho

FORMACIÓN EN BIONEUROEMOCIÓN: acompañante en Bioneuroemoción.

Diplomada:

CP-1 Bases de Biodescodificación por la aeBNE (Asociación Española de Bioneuroemoción)

CP-2 PNL (Programación Neurolinguistica) e Hipnosis Ericksoniana aplicadas a la Biodescodificación (Bioneuroemoción).

CP-3 Formaciones Específicas en Biodescodificación (Bioneuroemoción)

tel. 653-936-074

www.centroelim.org

Av. Sudamérica 7 (junto a Plaza Los Libertadores)

Roquetas de Mar- Almería- España

CONSULTAS PRESENCIALES Y POR SKYPE


jueves, 30 de junio de 2016

Nuevo Paradigma: medicina cuerpo - mente



Hasta no hace mucho tiempo, la medicina y los neurocientificos, se encargaban de investigar el cerebro, mientras que la psicología, investigaba principalmente el comportamiento del ser humano.

Era como si los psicólogos y los biólogos estuvieran viviendo en mundos diferentes.

Esto está cambiando, ha surgido un nuevo paradigma donde cada vez se está dando más importancia a la medicina cuerpo-mente.

ver mas aqui:      

                                       Nuevo Paradigma: medicina cuerpo-mente




miércoles, 22 de junio de 2016

Enfermedades Infantiles desde la biodescodificacion


Definición: Aquellas enfermedades que afectan a los niños y solo a los niños, o bien que tiene una afectación distinta en niños que en adultos.  

Técnico: Conflicto de los padres.

Sentido biológico: Los niños siempre resienten los conflictos de los padres, sean heredados o no. 

Conflicto: Los niños son un espejo y una esponja. Sus conflictos son una réplica de los conflictos que han heredado de las estructuras energéticas de su familia.

 En “bio” decimos que los niños “resienten los padres”. Hasta los 3 años el problema se considera heredado de la madre, el niño y ella comparten una misma noción del ser.
Hasta los 6-7 años decimos también que es la madre, aunque un conflicto del padre puede pasar al niño siempre y cuando la madre lo resienta, y será el resentir de la madre y no el del padre.

A partir de los 7 años se considera que se hace el paso a papá y este cobra importancia. Un niño sano hasta los siete y enfermizo a partir de esa edad debemos prestar mucha atención a los conflictos ocultos de papá.

Hasta los 13-14 (a veces antes o a veces después depende de la madurez del niño) pueden resentir tanto al padre como a la madre.

Pueden recibir conflictos transgeneracionales desde muy corta edad, pero solo serán resentidos con el consentimiento (consciente o no) de los padres.

 Hay un día, un momento, que podría leerse que la individualidad de la persona aflora. Un momento en el que el niño decide que ya es autónomo. Eso suele suceder habitualmente no antes de los once y no después de los quince, salvo extrañas excepciones. Lo que si suele suceder es que un niño decide ser autónomo y luego por algo, se vuelve atrás, pero desde el momento en que corta el cordón, ya es libre autónomo y se puede tratar con él el conflicto.

Para ayudar en una enfermedad a un niño debemos, como padres, compartir la responsabilidad emocional y hablarle de ello, aunque sea muy pequeño y creamos que no nos oye.

Lo que no debemos hacer en ningún caso es huir de nuestra responsabilidad con frases como “es su elección vivir esta experiencia” porqué entre padres e hijos y hasta que el hijo se vuelva autónomo las decisiones son conjuntas.

El niño ha decidido vivir a partir de vuestra experiencia, pero eso no exime de responsabilidades.

Por otro lado, muchos padres sanan o mejoran, incluso salvan la vida cuando sus hijos enferman.

 Ejemplo: Un padre con innumerables problemas le comentaba a un terapeuta. “Con todo lo que paso, y no me pongo nunca enfermo.”
El terapeuta le pregunta: “¿Tiene hijos?” A lo que responde el padre: “Si, uno, y él sí que enferma, es el primero de la clase en coger la gripe, un resfriado, las paperas o lo que sea.” “Claro, él te está prestando su sistema inmunitario. ¿Ya se lo agradeces?”  


Fuente: Diccionario Bioemocional 2016