La Bioneuroemoción es el arte de acompañar a la persona a encontrar la emoción oculta, esencial (el resentir) asociada al síntoma que hay (la enfermedad) para descodificarla y así favorecer la curación mediante la liberación de la emoción que hay en el inconsciente y trascender dicha emoción transformándola. Enric Corbera

¿ PARA QUÉ MI BIOLOGÍA SE EXPRESA DE ESA MANERA?

Juana María Martínez Camacho

FORMACIÓN EN BIONEUROEMOCIÓN: acompañante en Bioneuroemoción.

Diplomada:

CP-1 Bases de Biodescodificación por la aeBNE (Asociación Española de Bioneuroemoción)

CP-2 PNL (Programación Neurolinguistica) e Hipnosis Ericksoniana aplicadas a la Biodescodificación (Bioneuroemoción).

CP-3 Formaciones Específicas en Biodescodificación (Bioneuroemoción)

tel. 653-936-074

www.centroelim.org

Av. Sudamérica 7 (junto a Plaza Los Libertadores)

Roquetas de Mar- Almería- España

CONSULTAS PRESENCIALES Y POR SKYPE


sábado, 24 de octubre de 2015

En qué consiste la Terapia en Biodescodificación?


En Biodescodificación Biológica, la terapia consiste en primer lugar en un encuentro con la persona en su realidad biológica y medioambiental: su familia, su oficio, lo que tiene sentido para ella...
 En segundo lugar, puede darse en la terapia una fase de educación, de información, sobre el sentido de la enfermedad y sobre la importancia  de como vive los acontecimientos, de las emociones y sentimientos.
En tercer lugar, la psicobioterapia consiste en acompañar a la persona a conectar con  su realidad emocional, más que cognitiva; ya que  todo síntoma, ya sea orgánico, psíquico o conductual, procede de un hecho exterior que se ha convertido en emocional. En esta etapa, la terapia apunta a volver a poner en movimiento una emoción bloqueada, inmovilizada. Todo shock tiene el efecto de congelar la emoción.

Existe, pues, un ciclo de la emoción: viene del exterior, se interioriza en nosotros y debe volver al exterior. La enfermedad es, de alguna manera, una cristalización de esta emoción, un estancamiento de ese movimiento que es la emoción. En la etimología misma de la palabra se encuentra el concepto de «moción», movimiento, agitación. La terapia consiste, pues, en devolver el movimiento para permitir que esta realidad emocional regrese al exterior bajo una forma u otra. Ya se trate de una creación artística, de un juego de rol, de una abreacción, de llantos o de movimientos del cuerpo. Se trata siempre de una descarga emocional, de una expresión de lo que se ha impresionado.

 La psicobioterapia se interesa por el sentido, como la persona  etiqueta, interpreta  los hechos, los datos exteriores y les atribuye un sentido. Este etiquetado, este sentido atribuido, que pertenece a cada uno, nos puede hacer sufrir, o puede llevarnos a que nos abramos. Es este sentido, esta etiqueta, la que marca toda la diferencia.
Por ej. Pueden despedirme de un trabajo, y lo puedo interpretar como que este mundo es una injusticia, o puedo verlo como la oportunidad de hacer algo que estaba postergando y poder realizar mis sueños…, etc.  Este sentido, esta interpretación que le de a lo que me sucede,  producirá una emoción que, por tanto, puede ser completamente dolorosa, penosa, o, por el contrario, positiva y fructífera. De un “mal” aparente puede brotar un “bien”, mientras que, a veces, un “mal” provoca otro y otro más. El bioshock es un koan que ha ido por el mal camino.

A veces, la sola toma de consciencia, resuelve el conflicto, sin embargo, la gran mayoría de las veces, las personas necesitan que las acompañen para pasar la descarga emocional y para poder realizar una readaptación del sentido.

La enfermedad es una solución que se ha detenido por el camino, se trata de exteriorizar lo que se ha bloqueado, lo que se ha congelado en el interior, poder cambiar el sentido y cubrir las necesidades insatisfechas saludablemente.  



lunes, 12 de octubre de 2015

Biodescodificación y los niños



 Una de las primeras preguntas que uno se hace cuando empieza a descubrir la biodescodificación es ¿Qué pasa con las enfermedades o síntomas que padecen los niños? ¿también ellos tienen conflictos inconscientes? y la respuesta nunca es fácil… claro que tienen conflictos inconscientes, pero no de la misma forma que nosotros, son conflictos que nacen de sus necesidades no satisfechas que cuando son muy pequeños son necesidades tan básicas como comer, dormir y el afecto en forma de contacto físico y a medida que vamos creciendo las necesidades se van volviendo más complejas…


Cada vez tenemos más información respecto a lo que sienten y lo que viven los niños en cada edad, y  hay muchos autores que estan de acuerdo en el hecho de que a nivel emocional, la madre y el niño están totalmente conectados desde la concepción hasta que el niño tiene 7 años, incluso hay autores como Laura Gutman que sostienen que los niños hasta los 3 años experimentan una fusión emocional con la madre, comparten con ella todo su campo emocional, así el niño vive como suyas las emociones de la madre porque en este momento, todavía no puede distinguir entre unas y otras…

En biodescodificación sabemos que existe un periodo al que llamamos proyecto sentido, que va desde la concepción hasta los 3 años, donde se graban multitud de programas que vamos a desarrollar a lo largo de nuestra vida… se graban programas de si somos deseados o no deseados, se graba toda la información de la situación de la pareja o de la familia en ese momento, todas las emociones de la madre, sus conflictos, sus dudas, se graban las situaciones sociales o históricas del lugar donde estamos, toda la información del embarazo, también información sobre como hemos llegado al mundo, como se ha recibido al bebé y todas y cada una de las experiencias propias del niño y de la madre durante este tiempo.

Hasta los siete años, los niños son una auténtica esponja emocional, porque como todavía no tienen el neocórtex totalmente desarrollado, son especialmente sensibles a las emociones, que son el lenguaje que les es propio y además las perciben de forma limpia, sin contaminación racional alguna.
Y así es como los niños, a través de las enfermedades y síntomas que padecen, nos están reflejando nuestros propios conflictos inconscientes, como el más amoroso de nuestros espejos: un niño que tiene a menudo dolor de barriga puede estar expresando una dificultad de la madre para digerir algo que le está ocurriendo, o un niño que se enferma de bronquitis o que tiene asma habitualmente está denunciando un ambiente tóxico en casa y dificultades de relación en su entorno más cercano o un niño con otitis frecuentes está expresando una irritación de la madre por escuchar algo que no quiere oír…

Dejando atrás la culpa, si queremos ayudar a nuestros hijos pequeños a que estén más sanos, si queremos evitarles sufrimiento, ocupémonos de nosotros mismos, tomemos conciencia de nuestras emociones, expresemos como nos sentimos, hablemos, busquemos ayuda… pero sobretodo no hagamos como que no pasa nada, porque ellos, los niños, perciben desde su inocencia muchísimo más de lo que nos parece y están dispuestos a mostrárnoslo incansablemente… así que acojamos la oportunidad que nos da la vida para crecer y hacernos cargo de nosotros mismos. Y sería fantástico aprovechar para expresarles como nos sentimos, para que ellos puedan distinguir lo que no es suyo y empezar a poner palabras a las emociones que están sintiendo…

A veces ocurre que trabajando con la mamá no encontramos nada relacionado con este malestar del niño… entonces es muy habitual que los niños estén expresando un conflicto del clan, de hecho siempre que un niño nace con una enfermedad congénita es algo que obviamente no es suyo, y va a ser muy útil hacer el estudio del árbol genealógico, para tratar de entender que está reparando este niño con esta enfermedad y así poder liberar al niño y al clan.

Todo lo que le ocurre al padre también va a influir al niño, pero de otra forma, de hecho el niño lo va a sentir pero a través de la madre y con las emociones de la madre, por lo que hemos dicho de la conexión… Es decir que si por ejemplo el papá se queda sin empleo y la mamá no se siente preocupada porque confía en que va a encontrar algo pronto, no le da importancia porque son cosas que pasan y piensa que de alguna forma van a salir de esta… aunque el padre se sienta muy frustrado o tenga miedo a la escasez o se sienta deprimido… el niño no va a sentir estas emociones como si fueran suyas, y  en cambio si la mamá lo vive con angustia y sufrimiento, el niño va a vivir esa angustia como propia y puede que la exprese a través del cuerpo, que es la via más directa para que los niños expresen las emociones que no pueden comprender.

Así como la mamá va a ser el punto de referencia desde la concepción hasta los 7 años, el papá va a ser clave desde los 7 a los 14, época importante para incorporar aprendizajes que tienen que ver con los límites, las consecuencias de nuestras acciones en los demás, las normas, la autoridad, la sociabilidad… pero esto ya es otro tema porque a partir de los 7 años, el niño ya empieza a expresar sus propios conflictos y justamente la figura del padre a partir de esta edad ayuda a diluir esta fusión con la madre, permite que el niño sea más autónomo y que se empiece a regular por el mismo.