La Bioneuroemoción es el arte de acompañar a la persona a encontrar la emoción oculta, esencial (el resentir) asociada al síntoma que hay (la enfermedad) para descodificarla y así favorecer la curación mediante la liberación de la emoción que hay en el inconsciente y trascender dicha emoción transformándola. Enric Corbera

¿ PARA QUÉ MI BIOLOGÍA SE EXPRESA DE ESA MANERA?

Juana María Martínez Camacho

FORMACIÓN EN BIONEUROEMOCIÓN: acompañante en Bioneuroemoción.

Diplomada:

CP-1 Bases de Biodescodificación por la aeBNE (Asociación Española de Bioneuroemoción)

CP-2 PNL (Programación Neurolinguistica) e Hipnosis Ericksoniana aplicadas a la Biodescodificación (Bioneuroemoción).

CP-3 Formaciones Específicas en Biodescodificación (Bioneuroemoción)

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sábado, 26 de septiembre de 2015

El Hiper-estres


Cuando estamos confrontados con un gran shock, que nos hace subir muy alto en el estrés, la biología se pone a buscar el suceso que fue el más chocante en todo nuestro pasado, toda nuestra memoria, e inmediatamente va a sacar una solución de supervivencia.

Es un poco como si el cerebro fuera un cajón de carpetas; las que se usan más a menudo son más gordas y están colocadas delante. Y cuando sucede un acontecimiento brusco y chocante, es como si una mano buscase en el cajón, muy rápidamente, la carpeta más voluminosa, más importante, la que sobresale, incluso si no está en absoluto adaptada al acontecimiento actual. En ese momento, en esa circunstancia, no sirve de nada, pero es un recuerdo de una antigua solución de supervivencia.
Para ilustrar este fenómeno, contaré la historia auténtica de este enfermero que trabajaba de noche en un hospital. Un deceso se produjo en su servicio. Puso el cuerpo en la cámara fría, y a la mañana siguiente, volviendo allí, encontró sentado el cadáver pidiéndole un desayuno y una manta porque tenía mucho frío. En un instante, el enfermero inició una ictericia.

Estudiantes en medicina habían querido gastar una broma a una de  sus compañeras. Habían puesto en su cama una pierna quitada a un cadáver, y disimulado un talky-walky en su cuarto para oír su grito en el momento en que se acostaría. Esperaron, pero no hubo ningún sonido en absoluto. A la mañana siguiente, cuando llegó a la universidad, sus cabellos se habían vuelto completamente blancos.

En un caso de hiperestrés, los dos acontecimientos (el antiguo y el actual) no están vinculados por una creencia idéntica o una emoción similar, sino únicamente por el nivel de estrés excesivamente elevado. Hay aquí una memoria vinculada al estado. El estrés, liberando la adrenalina y el cortisol, conecta la memoria de un recuerdo durante el cual la persona estaba en esta misma impregnación hormonal. Sale entonces la misma reacción que la que se había tenido antaño, incluso si hoy, el shock o lo experimentado no tienen nada que ver. Hay una reacción inmediata sin siquiera pasar por un experimentado de cólera, desvalorización o pérdida, etc.
Cada ser humano tiene un modo de reaccionar que le es preferencial.

Es exactamente la imagen del carro que corre en el camino, y cuyas ruedas ahondan siempre en el mismo lugar. En terapia, se intentará conocer este carril de nuestra fragilidad, ahí donde se cae más frecuentemente. Cuanto más se pasa por este carril, más inconscientes serán la creencia y lo experimentado. La persona ya no tiene consciencia siquiera de estar desvalorizada, enfadada u otra cosa. Reacciona inmediatamente. En la terapia, se buscará hacer subir a la consciencia lo que ha sido engramado en la memoria en un momento dado pero que ya no vuelve a la superficie. A veces encontramos mecanismos de defensa muy poderosos, porque nos acercamos entonces a alguna cosa muy dolorosa.

A partir del shock, la biología entra pues en el estrés, y esto para hallar una solución. Varios casos de figura se presentan:

1era. posibilidad.
En el ciclo ultradiano, cada 90 minutos, el individuo pasa por una fase de estrés (llamada ortosimpaticotonia o simpaticotonia) a una fase de relax (parasimpaticotonia o vagotonia). La fase de estrés dura aproximadamente 60 minutos y la fase de descanso, de relax, de recuperación, aproximadamente 30 minutos.

2da. Posibilidad.
El ciclo circadiano: Si los conflictos no pudieron resolverse en los 90 minutos, hay esta gran fase de relax y reparación que es el sueño, que debe permitirnos recuperarnos de todo el estrés de la jornada. Los sueños tienen por función, entre otros, clasificar, liquidar, incluso resolver los conflictos del día o de los días precedentes.

3ra. Posibilidad.
Nuestra biología no puede permitirse quedarse en un estrés duradero.
Si aún no se ha hallado solución, trabajará con economía, limitando este estrés, limitándolo a una parte del cuerpo solamente, del cerebro o del psiquismo. No es bueno para el resto del cuerpo que todos nuestros pensamientos estén obsesionados por un conflicto, que nuestro cerebro esté en “sobrevoltaje”, que dejemos de dormir y de digerir…
La solución entonces es hacer caer el estrés en la biología inconsciente, psiquismo, cerebro, cuerpo y energía. Al no haber sabido hallar una solución, esta gestión del estrés pasa al inconsciente, aunque solo fuera para poder comer, dormir, vivir. Sino, morimos.
Entonces, ya no hay más  que una pequeña parte del psiquismo, cerebro, cuerpo y energía interna que están en este estrés, la ortosimpaticotonia.

El inconsciente, es la suma de todos nuestros aprendizajes, incluidos los aprendizajes positivos. En su polaridad negativa, el inconsciente no es más que la suma de todas nuestras situaciones no acabadas, no liquidadas.
Físicamente y psicológicamente, guardamos. Ya no se habla de la cosa con palabras, no se expresa pero se imprime, porque no se ha encontrado solución, o porque no se puede hablar de ello.

En cualquier síntoma, hay lo que yo llamo una pantalla de humo.
Cuando alguien se presenta con un síntoma, el que sea, sabemos que en alguna parte, hay un rechazo, porque la cosa era demasiado dolorosa y que no había solución.
En terapia, llevamos a la persona ahí donde no quiere, no puede o no sabe ir: en su oscuridad, la famosa cámara negra que es el inconsciente.
Es primordial para el terapeuta y el paciente tener consciencia de este fenómeno, de esta realidad que se llama a veces, en psicoanálisis, fenómenos de resistencia, que son inconscientes, involuntarios, pero que se explican también de modo biológico.
Los conocimientos de la función biológica de cada órgano (lo que llamamos el desciframiento) de cada enfermedad, permite a la persona acceder a este dato inhibido, atravesar la pantalla de humo. Por ejemplo, frente a un problema tocando los pulmones, en seguida, gracias al desciframiento biológico, en la pista de un conflicto de miedo a la muerte.
Para problemas óseos, se sospechará inmediatamente una desvalorización, etc.
Con este desciframiento, es más fácil hacer que el paciente recobre los sucesos escondidos, fuentes de estrés:
-Una vez que la palabra de lo experimentado está pronunciada,
-Cuando se ha dado ejemplos de otros pacientes que tuvieron este mismo
experimentado.
-Contando metáforas, historias de animales.

Hay una autonomía de la emoción y de la creencia, detrás de la pantalla de humo. Pero el inconveniente es que con el paso de los años, esto ya no sirve de nada. Un comportamiento que en un momento fue vital para la supervivencia, puede volverse del todo inútil o incluso molesto algunos años más tarde.
Durante la guerra, una persona pudo establecer comportamientos de desconfianza y de sospecha en relación con todo el mundo, y esto puede haberle permitido sobrevivir. Pero 50 años más tarde, seguir desconfiando de todo el mundo puede ser un límite y un gran obstáculo. Se llama esto una paranoia.
La terapia consistirá de algún modo a enseñar al inconsciente que la guerra ha acabado. La persona sólo irá en sus problemas si sabe que puede salirse de ellos, que puede aportarles remedios.

El umbral sensible
Alguien puede estar con síntomas de fase de reparación, sin haberse dado cuenta el haber tenido síntomas  en conflicto activo, Esta noción de umbral sensible puede presentarse en varios casos de configuración:
1.      Alguien hace un conflicto pequeño, vive una pequeña contrariedad.
Si se queda en un nivel infra umbral sensible, no hay síntomas, la persona
no se da cuenta de nada. Pero cuando resuelve este conflicto, puede hacer una reparación muy brusca, aguda, con síntomas de curación muy sensibles, visibles, que pasan el umbral infra sensible.
2.      La persona hace un shock grave. Síntomas aparecen al cabo de algunos días, luego llega a una solución rápida, brusca, con síntomas importantes.
3.      La persona hace un shock fuerte, con síntomas importantes.
Resuelve muy progresivamente. Hace una curación infra umbral sensible, sin signos visibles, sensibles.
4.      La persona tiene un pequeño conflicto, con una pequeña solución progresiva. No se da cuenta de nada, no hay síntomas. Pero acaba de vivir un conflicto programador.
Puede ser útil también saber que gente puede estar en conflicto activo, o en solución, sin que haya síntomas.
5.      Pero si toman cortisona, una droga, o un producto muy excitante, pueden expresar una enfermedad que pasaba hasta entonces desapercibida.

El terapeuta, que es un detective, debe tener consciencia de esta realidad para saber en dónde está el paciente, ya que en terapia será necesario encontrar el conflicto, la fecha del shock, y la de su solución. Esta noción de umbral sensible permite también hacer comprender a los pacientes que pueden muy bien resolver su conflicto sin tener forzosamente síntomas de curación problemáticos.

El tiempo biológico
Un conflicto debe arreglarse en un tiempo más corto posible. En la naturaleza, hay que encontrar rápidamente una solución concreta. La enfermedad está aquí para darnos un plazo adicional de supervivencia. Si carecemos de alimento, el hígado puede empezar a almacenar lo poco que comemos de modo a conservar una reserva de energía para una futura búsqueda que nos permitirá encontrar una caza más importante. Si consumimos todo en seguida, por ejemplo si gastamos todo nuestro dinero, ya no tendremos con qué poner gasolina en el coche para ir hasta el INEM y buscar un empleo…
La función del nódulo en el hígado es pues la de hacer una reserva a la espera de hallar una solución, una fuente de alimento. Este nódulo es una oportunidad suplementaria, pero no significa que vaya a sustituir el alimento: será necesario hallar y encontrar el alimento, sino morimos de hambre.

Hay así un plazo, un límite. Si se sobrepasa este límite, o sea si no se acaba de resolver su conflicto, se muere, o bien nos enganchamos a una prótesis o una ortesis, que puede ser una medicina, una operación, todo lo que permite la medicina para prolongar la vida, la comodidad de vida.

                                                                                               C. Fleche


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