El inconsciente biológico nos conecta con nuestros síntomas, con nuestras enfermedades, también nos conecta con las circunstancias que vivimos, con las relaciones que tenemos: la pareja, nuestro jefe, nuestros amigos, las personas con quienes interactuamos.
El inconsciente biológico nos conecta bajo el filtro de nuestras creencias. Nuestras creencias más profundas se convierten en el patrón que va a dar forma a nuestras experiencias.
Para el inconsciente, que no vive la dualidad, tal como la entendemos nosotros, la realidad es muy diferente.
- Para él lo real, es igual a lo virtual, no puede diferenciar entre lo que ocurre y lo que él cree que ocurre.
El reacciona como si todo lo que pensamos, sentimos y vivimos fuera realidad. Hay una línea delgada entre imaginación y la realidad.
- El inconsciente vive en la atemporalidad. No hay tiempo, todo es aquí y ahora.
Nuestro intelecto lo divide en pasado presente y futuro.
Lo que viví, lo que vivo y lo que creo viviré, se manifiestan siempre en ahora.
- El inconsciente lo graba todo, lo guarda todo, porque nos puede ser necesario en cualquier momento.
Por ello, cuando vamos en busca de sanación, solamente tenemos que acceder a ese momento para poder cambiar la emoción.
- El inconsciente es inocente, él no tiene capacidad de juzgar, el que lo veamos como malo o como bueno, depende de nuestras creencias y no precisamente de él.
- El inconsciente te muestra tus creencias en el espejo de la vida. Nuestras verdaderas creencias se reflejan en nuestras creencias más íntimas.
- Para el inconsciente no hay nada externo. Para él todo es uno. Lo que vivimos y sentimos siempre está en nosotros.
Si sufrimos es porque vemos sufrimiento, para el inconsciente el que sufre eres tú y la causa del sufrimiento está en ti.
Entonces da una solución biológica a la que llamamos enfermedad.
- Para el inconsciente el otro no existe (es una parte de ti), si nosotros hacemos nuestro el problema del otro, para el inconsciente, el problema lo tenemos nosotros y no el otro.
CURSO BASES DE LA DESCODIFICACIÓN BIOLÓGICA DEL SÍNTOMA
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