de acuerdo a la Nueva
Medicina Germánica®
por Dra. Caroline
Markolin
Maestra Aprobada de
la Nueva Medicina Germánica®
En las últimas
décadas, la ciencia médica ha venido proponiendo numerosas teorías sobre lo que
causa una reacción alérgica. Una de las visiones más populares es que
desarrollamos una alergia cuando nuestro organismo es expuesto a una sustancia
agresora al mismo tiempo que nuestro sistema de defensas se encuentra
debilitado. Pero ¿por qué una persona reacciona con una nariz congestionada,
otra con asma y otra más con una erupción cutánea?
El Dr. med. Ryke
Geerd Hamer, internista, investigador médico y creador de la Nueva Medicina
Germánica®, explica el proceso alérgico completo como una interacción biológica
entre la psique, el cerebro y el órgano correspondiente. En 1981, el Dr. Hamer
descubrió que cada enfermedad comienza con una experiencia traumática que nos
toma completamente por sorpresa. Él llamó a este choque de conflicto inesperado
un SDH (Síndrome de Dirk Hamer), en honor a su hijo Dirk, cuya trágica e
inesperada muerte inició el propio cáncer del Dr. Hamer.
Tal evento no anticipado no tiene que ser
necesariamente espectacular. Puede ser disparado simplemente por un enojo
inesperado ó cuando alguien nos hace una crítica u observación desconsiderada o
insensible. El Dr. Hamer encontró que en el momento en que experimentamos un
SDH, el choque del conflicto impacta un área específica del cerebro,
produciendo una lesión que puede ser identificada claramente en un escáner
cerebral como un grupo de anillos nítidos en forma de diana o tiro al blanco.
La respuesta en el órgano está determinada por la parte del cerebro que recibe
el choque del conflicto.
De acuerdo a la Nueva
Medicina Germánica®, cada ”enfermedad“ tiene dos fases. Durante la primera, la
fase activa del conflicto, nos sentimos mentalmente estresados, tenemos
extremidades frías, poco apetito, y sufrimos de alteraciones en el patrón del
sueño. Si resolvemos el conflicto, entramos a la resolución o fase de curación.
Este es el periodo en el que la psique, el cerebro y el órgano correspondiente
cursan por la fase de recuperación, a menudo un difícil proceso con fatiga,
fiebre, inflamaciones, infecciones, y dolor.
Síntomas que son
típicos tanto para el resfriado común, como para ciertas reacciones alérgicas
son la congestión nasal, el flujo nasal y los estornudos. La membrana de la
mucosa nasal es controlada por un sitio ubicado en el lóbulo frontal del
cerebro. Por medio del análisis de miles de escáneres cerebrales, el Dr. Hamer
estableció que ésta es exactamente el área particular del cerebro que se afecta
cuando experimentamos un conflicto de ”¡Esto apesta!“, como a él le gusta
llamarle. Sus descubrimientos confirman que un conflicto de ”apestar“ puede ser
experimentado en términos reales, por ejemplo, mediante la percepción
inesperada de un olor ofensivo, o también en un sentido figurado.
En el momento en que ocurre el conflicto, la
mucosa nasal comienza a ulcerarse, proceso que frecuentemente pasa
desapercibido. Lo que si es percibido, desde luego, son los signos típicos de
la fase activa del conflicto como escalofríos, pérdida de apetito, y cierta
agitación. Pero tan pronto como resolvemos el conflicto, a menudo por abandonar
el ambiente o la situación que ”apesta“, la ulceración en la membrana de la
mucosa nasal se repara. La reparación o recuperación del tejido perdido produce
congestión nasal y, frecuentemente, dolores de cabeza debido al edema cerebral
en el área del cerebro afectada, que también trata de sanar. Los estornudos y
el flujo nasal son, luego entonces, signos de que el organismo se encuentra
finalmente deshaciéndose del residuo del proceso de reparación, y hablando en
sentido figurado, de lo que produjo que lo que ”apesta“ comenzara.
Cuando experimentamos
un choque de conflicto inesperado, nuestra mente se encuentra en una situación
de atención aguda. Altamente alerta, nuestro subconsciente recoge todos los
componentes en torno al conflicto tales como olores, sabores, sonidos, objetos
o gente y los almacena hasta que el conflicto es completamente resuelto. En la
Nueva Medicina Germánica®, las huellas que quedan como resultado de el DHS son
llamadas pistas.
Estas pistas son de gran importancia porque si
una persona se encuentra ya en la fase de curación, y de repente activa una
pista, a través de la asociación o por contacto real, el conflicto entero
recae, y el Programa Biológico Especial con todos los síntomas que pertenecen
al conflicto en particular, comienzan todos de nuevo. Esto es, en términos
biológicos, una reacción alérgica. Así que, lo comúnmente llamado alergia es ya
de hecho la fase de curación después de la recaída del conflicto.
El propósito
biológico de la alergia es servir como un sistema de advertencia que dice:
”En tal situación,
has tenido un SDH. ¡Cuidado!“
Si alguien es
alérgico a cierto alimento como los cacahuates, huevos, fresas o chocolate, lo
más probable es que dicha sustancia alimenticia haya sido consumida en el
momento del choque del conflicto. Ahora, tenemos que ser claros: Cuando dejamos
fuera de la dieta la sustancia irritante, NO es la evasión de la comida lo que
cura la alergia, ¡sino la evasión de la pista! Si una persona reacciona a
cierto polen con un flujo nasal, podemos concluir que el polen en cuestión
estaba presente cuando ocurrió un conflicto de ”¡Esto apesta!“. Mientras el
conflicto no se resuelva por completo, el polen específico servirá como pista y
la ”alergia estacional“ reaparecerá año con año.
Las pistas siempre
tienen que ser tomadas en consideración cuando estamos enfrentándonos con
desórdenes ”crónicos“ tales como artritis, angina de pecho, asma, hemorroides,
o infecciones recurrentes. De acuerdo a la Nueva Medicina Germánica®, el
término ”crónico“ indica que hemos caído en el mismo conflicto una y otra vez.
Para interrumpir el ciclo de recaída continua y ser capaces de completar la
fase de curación de una vez por todas, tenemos que identificar la(s) pista(s)
que fueron puestas junto con el choque de conflicto original. Las claves para
identificar la causa de la alergia usualmente se encuentran ocultas en el
”contexto“ de la reacción alérgica.
Todas las circunstancias, tales como tiempo,
lugar y los síntomas específicos tienen que ser cuidadosamente examinadas. Por
ejemplo, si una persona sufre de migrañas solo en los fines de semana, lo más
probable es que encontremos la fuente en el lugar de trabajo. Mientras nada
será notado durante la semana, en el tiempo libre, lejos del ”culpable“, el
organismo tomará la primera oportunidad que tenga para sanar. Integrando la
Nueva Medicina Germánica® diariamente a nuestras vidas, aprendemos con
creciente gratitud el lenguaje en el cual nos habla la Madre Naturaleza.
Muy bueno y cierto
ResponderEliminarGracias