La Bioneuroemoción es el arte de acompañar a la persona a encontrar la emoción oculta, esencial (el resentir) asociada al síntoma que hay (la enfermedad) para descodificarla y así favorecer la curación mediante la liberación de la emoción que hay en el inconsciente y trascender dicha emoción transformándola. Enric Corbera

¿ PARA QUÉ MI BIOLOGÍA SE EXPRESA DE ESA MANERA?

Juana María Martínez Camacho

FORMACIÓN EN BIONEUROEMOCIÓN: acompañante en Bioneuroemoción.

Diplomada:

CP-1 Bases de Biodescodificación por la aeBNE (Asociación Española de Bioneuroemoción)

CP-2 PNL (Programación Neurolinguistica) e Hipnosis Ericksoniana aplicadas a la Biodescodificación (Bioneuroemoción).

CP-3 Formaciones Específicas en Biodescodificación (Bioneuroemoción)

tel. 653-936-074

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Av. Sudamérica 7 (junto a Plaza Los Libertadores)

Roquetas de Mar- Almería- España

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martes, 17 de julio de 2018

El síntoma como mensajero


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La enfermedad es un programa biológico de supervivencia para suprimir el estrés fruto de los conflictos que afectan a todo ser vivo. 

Todo síntoma es en primer lugar, un mensaje, una información y en segundo lugar, una solución. 

Ej. - cuando llega el alimento al estómago, este segrega ácido clorhídrico, es una solución del organismo y esto produce la digestión, no supone un problema; según lo que hayamos comido, segregará más o menos ácido, si nos hemos dado un atracón, vomitamos,  y no supone mayores problemas, sino una  solución  de  supervivencia. 

- Si tomamos sol nos bronceamos, para no quemarnos, son reacciones biológicas de nuestro cuerpo.

- Si una persona está a gran altura donde hay poco oxígeno, su organismo elaborará más glóbulos rojos, para poder sobrevivir, solución de supervivencia.

Toda enfermedad/ síntoma,  responde a una intensión positiva, que debemos aprender a descubrir. Un síntoma es una solución de adaptación, para quitarnos de encima el estrés. 
El cerebro utiliza el impacto biológico, no como algo negativo, sino como una necesidad por la cual el organismo puede utilizar programas especiales y de urgencia previstos para estas circunstancias. (Medicina Germánica- Dr. Hamer)

La solución de adaptación del cuerpo consiste entonces en enterrar en el inconsciente, lo más profundo posible, el problema que no pudimos arreglar, superar, o solucionar, de modo que nos permita seguir funcionando. 
El inconsciente biológico codificará el problema, se hará cargo de él y así el estrés general, se convierte en un estrés localizado e inconsciente.
En el cerebro reptiliano (reactivo) están todos los programas inconscientes heredados de la  evolución, esta información no pasa por el neocórtex. 

El ser humano puede tener un shock emocional pero para el inconsciente esto equivale a un shock biológico. 
La diferencia está en que un shock biológico es real y objetivo, mientras que uno emocional, se da por la interpretación de la  mente de la persona, y el cerebro no puede diferenciar entre una cosa que pasa en realidad y una cosa que creo que está pasando.


¿Cómo se procesan los estímulos?

Todo lo que aprendemos y percibimos mediante los estímulos, tanto del mundo interior, como del exterior, llega a través de los sentidos y es procesado, almacenado y activado a través de una serie de eventos eléctricos y químicos.

Sin embargo el cerebro no está equipado para procesar los millones de bits de información sensorial que lo bombardean por segundo.

Entonces el cerebro para conservar su equilibrio homeostático intentará asegurar su supervivencia, para ello, cuenta con un filtro de información llamado: -SARA- (Sistema Activador Reticular Ascendente), que recibe información de las terminaciones nerviosas sensoriales de los brazos, piernas, cabeza, cuello, órganos internos, etc. 

Estos mensajes de los sentidos deben pasar a través del SARA para poder entrar en el cerebro racional (neocórtex) o para ser enviados directamente a los centros de respuesta automática (complejo Reptil-Límbico). 


La información recogida de los estímulos sensoriales, puede hacer dos caminos: 

- uno corto (que activa y asegura la supervivencia y, que eventualmente bloquea la posibilidad del ingreso de nuevos conocimientos (ej. por frustración)  ó

- uno largo (fija los aprendizajes en la memoria). 

Si la evaluación emocional (amígdala) es neutra o no alcanza niveles muy elevados, se puede activar el camino largo, entonces la información pasará del Tálamo a la corteza para realizar la evaluación completa con los lóbulos prefrontales.  Tiempo 500 mili segundos.

Pero, si se trata de  una urgencia, con gran carga emocional, que amenaza la supervivencia, la información pasa directamente a  amígdala (lucha/huida), sin ser evaluada por los lóbulos prefrontales.


 ¿Cuál es el motivo por el cual, los impulsos nerviosos pasan directamente a la amígdala en lugar de pasar primero por la neocorteza  cerebral?  

“Existe un pequeño conjunto de neuronas que unen directamente al tálamo con la amígdala, lo que le permite a la segunda recibir algunas entradas directas de los sentidos y es cuando la amígdala hace que reaccionemos antes de que podamos identificar bien lo que está pasando; por lo tanto aunque no tuviéramos corteza auditiva o visual, es probable que siguiéramos reaccionando ante situaciones que nos causen temor”.   
 
El famoso contar hasta 10: de este modo daremos  tiempo a que la información atraviese el modo supervivencia, para poder ser evaluada por nuestra Neocorteza, a través de nuestros Lóbulos Prefrontales (aprender  Meditación, Mindfulness, etc. ayudaría a tranquilizar este sistema de reacción)



EL  SHOCK  BIOLOGIZANTE  O  BIO-SHOCK 

Todo síntoma, enfermedad, comienza en un momento dado,  un drama que ocurre en un instante preciso y se le llama bio-shock, aunque se trate de una situación, ej. un divorcio, hay un instante en el que se vive el trauma, ej. ante el juez, una noticia inesperada y dramática, etc.  

Hay un antes y un después del shock, como un momento bisagra. 
Los psicólogos dicen que el hemisferio  izquierdo es el del razonamiento, mientras que el derecho es el de la emoción, de la globalidad.

En el momento del bio-shock  es el hemisferio derecho el que reacciona (metafóricamente).  
En el momento del bio-shock tenemos una emoción sin inteligencia racional, hay un elemento particular, y es que somos vulnerables, porque no tenemos en memoria experiencias de adaptación. Si no tenemos solución, vamos a sacar una reacción animal, arcaica, biológica. 

En el bio-shock hay algunos criterios: si están estos criterios, estamos enfermos y si no están estos criterios, estamos en buena salud.  
Hay gente que ha vivido muchos shocks y está en perfecta salud y hay gente que tiene pequeños shocks y están enfermos.  


Las condiciones que se han de dar para que se produzca el bio-shock: 

  •       acontecimiento totalmente inesperado, imprevisto 
  •      de intensidad emocional elevada,  dramático (que irrita muchísimo a la persona, aunque no tenga lógica.)  
  •      vivido en aislamiento, en soledad, sin comunicarlo, o comunicándolo y sentir que no te entienden (el resentir) 
  •      sin solución satisfactoria para la persona  


Cuando una información llega con estas características al cerebro, este la interpreta como de -vida o muerte- y va a buscar una solución, la va a buscar en tu biología, o en la psicología, que es donde puede operar el cerebro (cuerpo o psique).  

El cerebro automático, lo único que puede hacer ya que tú no has encontrado solución, es: 

activar un programa biológico.

El cerebro no establece diferencias entre un hecho real y un hecho imaginario. 

Real se refiere a una situación que se ve, se oye, se percibe de manera sensorial; el hecho imaginario, se refiere a algo que se piensa, se imagina, se evoca, es subjetivo. 
El tema es que cuando sucede esto, el cuerpo segrega las mismas sustancias químicas, los mismos ácidos, el cuerpo suda, tiene palpitaciones, en lo emocional tiene las mismas alegrías, tristezas, ira, vergüenza, etc., que cuando se vive en realidad.  
Solemos interpretar los acontecimientos según nuestras creencias profundas, por ello cada cual vive la misma situación de maneras diferentes, y varias personas pueden hacer distintos conflictos ante un mismo hecho.  


La biología no sabe, no puede hacer, y no hace la diferencia entre: 

- una información que viene del interior del cuerpo (por ejemplo, una comida que ha sentado mal en el estómago), 
- una información que viene del exterior, 
- o una información que viene del pensamiento, como ocurre durante el sueño, que vives como si fuera real, moviendo emociones, sustancias químicas como en la realidad.  

El animal sólo posee las dos primeras opciones: vive sus conflictos en lo real únicamente, debe por lo tanto encontrar soluciones reales. 
El humano puede vivir los sucesos en sentido propio o figurado, porque puede transponer todos sus vividos por lo experimentado, en lo biológico. Es el único que puede hacer conflictos de origen imaginario. 

Si dibujo un corazón, una casa o una flor, esto resume muchas cosas. Si dibujo un billete de banco o un cheque de un millón, esto también simboliza muchas cosas. Al estar limitado nuestro cerebro (en cierto nivel), funciona por lo simbólico. 
Una historia de amor en el cinema, entre actores que en la realidad no se aman, puede arrancarte lágrimas como durante tu primer disgusto amoroso.  Se está en lo virtual, un virtual que fabrica síntoma, que se vuelve cuerpo. 

La solución en el animal es concreta: huir, atacar, hallar un territorio, disimularse, simular. 
En el humano, la solución puede ser concreta o simbólica. 

Ya que el símbolo nos hace vibrar, nos hace sufrir, puede también curarnos. El cerebro cae en la trampa del símbolo. Por lo tanto hacer un acto simbólico es una trampa para la biología. Para la biología, el símbolo es la cosa. Una carta, una palabra, pueden curar.  

Ej. Caso de un hombre que por descuido,  se quedó encerrado en un almacén frigorífico. Lo encontraron al día siguiente muerto de frío. En realidad, el refrigerador no estaba conectado, pero él no lo sabía.

¡Mientras no hay "traducción biológica" del pensamiento, no hay enfermedad!  

En efecto, una enfermedad es una traducción biológica del pensamiento o de su equivalente.   


A partir del shock, la biología entra  en el estrés, y esto sucede para hallar una solución. Hay tres posibilidades:  

1º. En el ciclo ultradiano:
cada 90 minutos, el individuo pasa por una fase de estrés (llamada ortosimpaticotonía o simpaticotonía) a una fase de relax (parasimpaticotonía o vagotonía). La fase de estrés dura aproximadamente 60 minutos y la fase de descanso, de relax, de recuperación, aproximadamente 30 minutos.
  
2º. El ciclo circadiano:
Si los conflictos no pudieron resolverse en los 90 minutos, hay esta gran fase de relax y reparación que es el sueño, que debe permitirnos recuperarnos de todo el estrés de la jornada.
Los sueños tienen por función, entre otros, clasificar, liquidar, incluso resolver los conflictos del día o de los días precedentes.
 
3º. El estrés cae a la biología:
Nuestra biología no puede permitirse quedarse en un estrés duradero. Si aún no se ha hallado solución, trabajará con economía, limitando este estrés, limitándolo a una parte del cuerpo solamente, del cerebro o del psiquismo.
No es bueno para el resto del cuerpo que todos nuestros pensamientos estén obsesionados por un conflicto, que nuestro cerebro esté en   “sobrevoltaje”, que dejemos de dormir y de digerir   
La solución entonces es hacer caer el estrés en la biología inconsciente, psiquismo, cerebro, cuerpo y energía.  
Al no haber sabido hallar una solución, esta gestión del estrés pasa al inconsciente, aunque solo fuera para poder comer, dormir, vivir. Sino, morimos.
Entonces, ya no hay más  que una pequeña parte del psiquismo, cerebro, cuerpo y energía interna que están en este estrés, la ortosimpaticotonía. 
El inconsciente, es la suma de todos nuestros aprendizajes, incluidos los aprendizajes positivos. En su polaridad negativa, el inconsciente no es más que la suma de todas nuestras situaciones no acabadas, no liquidadas. 
Físicamente y psicológicamente, guardamos. Ya no se habla de la cosa con palabras, no se expresa pero se imprime, porque no se ha encontrado solución, o porque no se puede hablar de ello.

Tengamos en cuenta  no es la emoción lo que produce la enfermedad, sino el impacto, el shock vivido de forma inesperada, dramática, sin solución posible y en soledad, y esto depende  de la interpretación de cada cerebro según el sistema de creencias y condicionamiento de la persona. 

               Si entiendes el sentido de tu enfermedad, se desprograma.  



LA ENFERMEDAD ES PUES: 

"PROGRAMA-SOLUCIÓN BIOLÓGICO" perfecto, programado, desencadenado y ejecutado por el cerebro automático de un conflicto psicológico incontrolable (y/o sencillamente no gestionado) en el espacio psíquico consciente que le corresponde exactamente, y/o del conflicto psicológico que está almacenado en la memoria biológica de la persona, que proviene de sus ascendientes, de sus padres, de él mismo, e incluso de sus descendientes,  y que es releído en el nivel inconsciente biológico.


La Biodescodificación es un camino que aporta Luz a nuestro interior y nos ayuda a comprender el significado de los síntomas.
Comprende que todo está codificado, que todo es información y que todo tiene un Sentido Biológico y nos sumerge en un viaje hacia nuestro más profundo ser, ampliando nuestra propia perspectiva de cada emoción restringida en un momento de dolor, frustración y desvalorización de nosotros mismos.



Si quieres aprender más sobre este tema, disponemos del Curso Básico de Descodificación Biológica, con un amplio contenido, ejemplos y protocolos para poder  descodificar síntomas, comprender el para que la biología te da ese síntoma y hacer los cambios oportunos para una vida saludable y consciente.





lunes, 9 de julio de 2018

Las emociones

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Las emociones están ligadas al cuerpo y, por tanto, sus manifestaciones son visibles (gestos, tono de la voz, ritmo cardiaco…).
Preceden a los sentimientos y se dieron antes en nuestro proceso evolutivo. Ocurren de forma automática, sin necesidad de pensar.
Su objetivo es regular el proceso vital y promover la supervivencia y el bienestar (homeostasis). En un principio (aunque hay algunas emociones que hoy en día no resultan adaptativas, como las que están detrás del racismo), las emociones apuntan directamente a la regulación vital a fin de evitar los peligros o ayudar al organismo a sacar partido de una oportunidad.

“Desde los procesos químicos homeostáticos hasta las emociones propiamente dichas, los fenómenos de regulación vital, sin excepción, tienen que ver, directa o indirectamente, con la integridad y la salud del organismo”. (A. Damasio)

Las emociones proporcionan un medio natural para que el cerebro y la mente evalúen el ambiente interior y el que rodea al organismo, y para que respondan en consecuencia y de manera adaptativa.
 Esta evaluación se puede hacer de manera inconsciente y de manera consciente. Aprender a responder de manera consciente y no automática ante los acontecimientos, nos habla de desarrollo de la inteligencia emocional.
Las emociones provocan pensamientos y los pensamientos provocan emociones.
Nuestro aprendizaje asociativo conecta emociones con pensamientos en una rica red de dos direcciones. Determinados pensamientos evocan determinadas emociones, y viceversa.


El síntoma y las emociones

Es bien sabido que nuestras emociones y sentimientos afectan a nuestro estado físico y nos produce diversas alteraciones en función de cómo vivimos los acontecimientos diarios.

Muchas veces nos quedamos aquí, creyendo que lo podemos hacer es muy poco o nada. Buscamos soluciones más o menos efectivas, desde la toma de un remedio a la práctica de diversas técnicas manuales, de relajación, etc.

Reprimimos nuestras auténticas emociones y sentimientos por tabúes, por educación, por conveniencia social, por creencias familiares o por educación religiosa.

Esto lo hacemos la mayoría de las veces de una forma automática, inconsciente. Luego, unas horas o días más tarde, nos encontramos mal, tenemos acidez, nos duele la cabeza o la espalda.

Pensamos que eso es debido a una mala postura, a una comida que no está en condiciones o simplemente al estrés cotidiano.
No solemos ir  más allá, nos quedamos en la explicación mental, en la explicación que justifica nuestro estado.

Por carecer de educación emocional, tendemos a reprimir las emociones, no las arreglamos para no escucharlas de alguna de las siguientes maneras:

  •          No expresándolas, ni reconociéndolas, negándolas
  •          Me digo que ya pasará, que no es nada.
  •          Me agoto haciendo deporte para desahogarme, para no pensar en otras cosas.
  •          Me aturdo con la televisión
  •          Me entrego en cuerpo y alma al trabajo.
  •          Evito de ir a ciertos lugares que me recuerdan algún drama.
  •          Intento distraerme para huir de una emoción negativa: cine, internet, juegos…
  •          Duermo más que la media normal.
  •          Como demasiado, bebo demasiado, tomo drogas, alcohol.
  •          Corto relaciones con la familia, mis raíces. Etc.


Si la situación, el malestar, el dolor que vivimos se repite una y otra vez, entonces nuestros síntomas se cronifican y nos vemos abocados a tomar un medicamento/remedio de una forma continua.
Nos metemos en una rueda de emoción, dolor moral, dolor físico y sufrimientos.
No encontramos la salida, buscamos encontrarnos bien lo más pronto posible, pero no hacemos algo fundamental, que es cambiar nuestros hábitos, nuestros pensamientos, nuestros sentimientos, descodificar nuestras emociones atrapadas y censuradas por nosotros mismos.

No escuchamos a nuestro interior que nos envía un mensaje a través del síntoma físico. Nos sentimos bloqueados, no sabemos qué dirección tomar, qué camino seguir, nos sentimos vacíos, desorientados, perdidos.
Mientras, nuestro inconsciente biológico sigue actuando y mandando el mensaje sin ser escuchado. Y  no va a parar, va a seguir y va a aumentar en intensidad ese síntoma para que prestemos atención y si seguimos intentando apagarlo o silenciarlo, al final el síntoma será de tal índole que tendremos que pararnos ya que nos resultará imposible seguir nuestra vida cotidiana.

Es el momento de reflexión, de cuestionarnos nuestra forma de vida, de hacer un alto en el camino, de preguntarnos qué me ha llevado hasta aquí? qué siento? como lo siento? donde lo siento?
Es el momento de buscar otras soluciones. Pensar que quizás la respuesta está en MI. Para ello es necesario aprender a interpretar que me está diciendo mi Inconsciente Biológico.







sábado, 7 de julio de 2018

Lo que no hay que hacer después de un gran shock (Christian Fleche)



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  •  No hablar de ello: ―no es nada, ya pasara‖.
           Conviene expresar lo que te está pasando



  •  Compensar el malestar trabajando mucho para así no pensar en ello.
           Conviene sosegarse, calmarse.


  •  Agotar tu organismo haciendo deporte hasta extenuarte, creyendo que así te desfogas, sin darle realmente un sentido preciso a desfogarse, solo por ―miedo a estar mal.
          Conviene aceptar todas esas reacciones físicas, sean las que sean, escucharlas.
          

  • Adoptar grandes resoluciones. No conviene tomar decisiones importantes en este tipo de situaciones, pues están bajo la influencia de la pasión. En vez de enfrentarte a tu malestar, añades dificultades suplementarias.
         Conviene esperar a recuperar la calma interior para evitar el efecto cascada:  un problema que crea un problema, que crea un problema, que crea...
    

  • Dejar de ir al lugar donde sucedió el drama; considerando un lugar maldito que hay que evitar a toda costa, a fin de nunca revivir las mismas impresiones.
        Al contrario, el lugar encierra la memoria de todo lo que no te has atrevido a expresar.  Conviene ir al lugar y sentir y soltar emociones, ya sea gritando, llorando, expresando, dibujando, escribiendo....


  • Distraerte para olvidar, ya que el objetivo inconsciente no es distraerte, sino más bien, evitar todo malestar.
         Conviene enfrentarte al malestar y sacarlo como sepas.
         
  • Dormir de manera artificial. Ese sueño o la tendencia a tomar cualquier medicina para adormecerte, surge para evitarte sentir el resentido que, en el interior, te perturba.
          Conviene tener cuidado con las drogas, el alcohol, medicinas que crean 
          simulaciones de alivio.


  • Autodestrucción, me da igual todo, no me importa nada, bebo de todo, en resumen, intento olvidar.
        Conviene buscar el mensaje, lo que revela esta experiencia, la   oportunidad de evolucionar...