Nuestras emociones y sentimientos afectan a nuestro estado físico y nos produce diversas alteraciones en función de como vivimos los acontecimientos diarios. Muchas veces nos quedamos aquí, creyendo que lo podemos hacer es muy poco o nada.
Buscamos soluciones mas o menos efectivas, desde la toma de un remedio a la práctica de diversas técnicas manuales, de relajación, etc.
Reprimimos nuestras auténticas emociones y sentimientos por tabúes, por educación, por conveniencia social, por creencias familiares o por educación religiosa.
Esto lo hacemos la mayoría de las veces de una forma automática, inconsciente. Luego, unas horas o dias mas tarde, nos encontramos mal, tenemos acidez, nos duele la cabeza o la espalda.
Pensamos que eso es debido a una mala postura, a una comida que no esta en condiciones o simplemente al estrés cotidiano. No vamos mas allá, nos quedamos en la explicación mental, en la explicación que justifica nuestro estado.
Si la situación que vivimos se repite una y otra vez, entonces nuestros síntomas se cronifican y nos vemos abocados a tomar un medicamento/remedio de una forma continua.
Nos metemos en una rueda de emoción, dolor moral, dolor físico y sufrimientos.
No encontramos la salida, buscamos encontrarnos bien lo mas pronto posible, pero no hacemos algo fundamental, que es cambiar nuestros hábitos, nuestros pensamientos, nuestros sentimientos, descodificar nuestras emociones atrapadas y censuradas por nosotros mismos.
No escuchamos a nuestro interior que nos envía un mensaje a través del síntoma físico. Nos sentimos bloqueados, no sabemos que dirección tomar, que camino seguir, nos sentimos vacíos, desorientados, perdidos.
Mientras, nuestro inconsciente biológico sigue actuando y mandando el mensaje sin ser escuchado. Este no va a parar, va a seguir y va a aumentar en intensidad ese síntoma para que prestemos atención y si seguimos intentando apagarlo o silenciarlo, al final el síntoma será de tal índole que tendremos que pararnos ya que nos resultará imposible seguir nuestra vida cotidiana.
Es el momento de reflexión, de cuestionarnos nuestra forma de vida, de hacer un alto en el camino, de preguntarnos ¿qué me ha llevado hasta aquí? qué siento? ¿como lo siento? ¿donde lo siento?
Es el momento de buscar otras soluciones. Pensar que quizás la respuesta esta en MI. Para ello es necesario interpretar que me esta diciendo mi Inconsciente Biológico.
La Biodescodificación es un camino que aporta Luz a nuestro interior y nos ayuda a comprender el significado de los síntomas.
Comprende que todo esta codificado, que todo es información y que todo tienen un Sentido Biológico y nos sumerge en un viaje hacia nuestro mas profundo ser, ampliando nuestra propia perspectiva de cada emoción restringida en un momento de dolor, frustración y desvalorización de nosotros mismos. E. Corbera
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ESTUDIO DEL ÁRBOL GENEALÓGICO
Juana Ma. Martínez Camacho
Especialista en Bioneuroemoción
Terapeuta Transpersonal
Facilitadora Internacional de CMR (Liberación de la Memoria Celular)
Telf, 653-936-074
juani593@hotmail.com
www.centroelim.org
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